Ayuso se alía con Valencia, Murcia y Andalucía para un Pacto Nacional del Agua frente al Gobierno y sus recortes al trasvase

Durante el foro 'Horizonte 2027: Los retos del agua', organizado por el diario 'La Verdad' de Murcia y el Scrats (Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura) en el 45º aniversario de esta infraestructura, el viceconsejero madrileño de Medio Ambiente, Agricultura y Ordenación del Territorio, Rafael García, ha alineado al gabinete de Ayuso junto a esta autonomía, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

En su turno de palabra, García ha abogado por ese planteamiento global para toda España «que permita una gestión conjunta del recurso y garantice el suministro en cantidad y calidad a un precio adecuado, sin poner en riesgo la competitividad del país».

En cambio, ha rechazado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) impulsado por el Gobierno central en este ámbito, puesto que, a su juicio, «no ofrece soluciones estructurales al problema del agua en España y está focalizado en la digitalización, cuando lo realmente necesario invertir en redes que eviten pérdidas y mejores infraestructuras de saneamiento y depuración».

Ha coincidido con estas tesis el conseller valenciano de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, quien en el encuentro en Murcia ha denunciado que «el Gobierno central sigue permitiendo que se desperdicie el agua vital para la provincia de Alicante en Portugal».

Asimismo, ha explicado que la planificación hidrológica no puede centrarse únicamente en la desalinización, «ya que esto supone un error ecológico, económico y energético; se necesita un Pacto Nacional del Agua que sea un acuerdo entre todos los territorios, no un enfrentamiento, que garantice la solidaridad y la justicia hídrica».

Frente a estas posiciones, el representante ministerial, Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, ha defendido la actuación de la Administración central con «un mensaje de tranquilidad en unos tiempos ciertamente complejos«, y ha situado el contexto de la escasez hídrica en clave internacional por el cambio climático. «No hay rincón del planeta, no hay país, no hay región que esté exenta de las incertidumbres que genera», ha descrito.

Al aludir al informe presentado en el Foro de Davos la pasada semana, ha subrayado que identifica que entre los 10 grandes riesgos a corto y medio plazo que amenazan el planeta figuran los ambientales y, en concreto, lo que respecta a la disponibilidad «en cantidad y calidad» del agua.

En cuanto a los planes de cuenca -uno de los motivos de inquietud para los regantes, por la presión la Junta de Castilla-La Mancha para el del Tajo- Morán ha puntualizado que están sometido a procesos de reclamaciones. «A partir de ahí, una vez que los tribunales se van pronunciando, en los términos en los que lo hacen, es necesario atender esa seguridad jurídica que yo creo que es la que el conjunto de la sociedad merece», ha garantizado.

Y, de nuevo, ha evidenciado la apuesta de Pedro Sánchez por su alternativa al trasvase: «La desaladora de Torrevieja ha cubierto su primera fase de ampliación y está en estos momentos en la segunda fase», ha anunciado, además de aludir otras plantas en Águilas y Valdelentisco.

No obstante, el presidente del Scrats, Lucas Jiménez, ha expuesto datos que -a su juicio- ponen de relieve que el planteamiento del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el plan de cuenca entrañan un recorte de 213 hectómetros cúbicos de agua subterránea y de otros 105 hectómetros cúbicos del trasvase.

En definitiva, una merma inasumible para el campo. «No podemos, en esta cuenca, prescindir de 320 hectómetros, porque ya estamos subsistiendo, no se goza de abundancia», ha advertido.