Asaja pide a la Generalitat el fin del «seguidismo a los ecologistas radicales» ante las manadas de jabalíes que merodean en urbanizaciones
Los agricultores rechazan que haya «cifras hinchadas» sobre la proliferación de estos animales, que dañan cultivos y hacen peligrar flores autóctonas valencianas
Alertan del riesgo de nuevos ataques de jabalís a bañistas en las playas de Valencia y Alicante
Una manada de jabalíes captada de noche durante la pandemia del coronavirus
Los jabalíes en manadas que merodean en las urbanizaciones de las ciudades hacen peligrar algunas flores autóctonas valencianas, especies de trébol y candilillos, por ejemplo, tal como ha alertado la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), que ha apelado a que ... la Generalitat y la Administración, en general, deje de hacer «seguidismo a los ecologistas radicales» que hablan de «cifras hinchadas» sobre esta proliferación.
El presidente de esta organización, Cristóbal Aguado, advierte de que «hay un exceso evidente de jabalíes y otros animales silvestres en todo el medio rural que no sólo causa perjuicios a los agricultores, sino al propio medio ambiente y al conjunto de la sociedad».
Ante este problema, Aguado señala que «los desequilibrios siempre son malos y la responsabilidad de la Administración debe ser trabajar para que haya un equilibrio que permita compatibilizar la protección de la fauna con la protección del territorio, la salud y la seguridad ciudadana».
«No pisan tierra desde sus despachos urbanitas»
Y rechaza las tesis de algunos defensores de estas especies animales: «Los ecologistas radicales que dicen que las cifras oficiales están hinchadas y que no hay tantos jabalíes como observa el sector agrario demuestran, una vez más, que no pisan tierra y no conocen la realidad del campo desde sus despachos urbanitas».
Por eso, a su juicio «la Administración debe dejar de hacer seguidismo de este ecologismo pseudocientífico y estar con las personas que cada día cuidamos el medio ambiente y, a la vez, producimos alimentos de calidad para la sociedad».
Hoyos y destrozos causados por jabalíes en un terreno de cultivo
Acerca del impacto en la flora, se trata de variedades que cubren de verde los campos de cultivo mediterráneos como Oxalis pes-caprae (conocida según zonas como 'agret', agrios, agricos o trébol) y Arisarum vulgare (llamada por los agricultores 'cresolera', 'rafa de frare' o candilillos) que ahora «están en el punto de mira de los jabalíes y otras especies de fauna salvaje cuya población se ha multiplicado sin control en los últimos tiempos».
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Los jabalíes se expanden geográficamente en busca de alimento y agua, «bajan de los montes a los huertos y uno de sus manjares más anhelados son los bulbos de estas plantas, para lo cual hurgan en la tierra causando graves destrozos en los campos», han relatado, acerca de los daños causados al sector agrario.
Ante esta amenaza y «para evitar el mal mayor de los continuados ataques de jabalíes, los agricultores se ven obligados a realizar tratamientos con herbicidas que acaban con esta flora pese a ser muy apreciada por el sector y tener como sustitutas otras hierbas más difíciles de combatir», señalan, además de advertir de que «la pérdida de estas herbáceas afecta negativamente a la biodiversidad del ecosistema, a la retención de la humedad y a la protección de los suelos agrícolas».
Pueden provocar accidentes laborales
AVA-ASAJA subraya que los jabalíes, al buscar esta flora autóctona, hacen grandes e irregulares agujeros que pueden provocar accidentes de las personas trabajadoras que acometen alguna labor a pie o en tractor, «rompen gomas de goteo que causan un desperdicio de agua de riego y un sobrecoste económico a la hora de reparar estas instalaciones hídricas».
También sacan las raíces de los árboles al aire libre y ocasionan que se sequen y disminuyan la productividad del cultivo e, incluso, tumban plantones jóvenes hasta el extremo de provocar su muerte y acabar así con la producción agraria.
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