Gente de todas partes se desplazó hasta los pueblos afectados para ayudar a aquellos que el agua les arrebató su hogar. Ejemplo de ello fueron Sergi, Blas, Tamara y Lucía, cuatro jóvenes de Galicia. Sin pensárselo, cogieron su coche rumbo a Catarroja. Como voluntarios, se dedicaron a limpiar casas, colegios, centros médicos y carreteras. Durmieron durante días en un polideportivo e, incluso, dentro de su vehículo.
Elisa, una vecina de 82 años de esta localidad valenciana, se enteró de las condiciones en las que estaban los chicos. Por ello, no dudó en ofrecerles su casa. «A mis hijos no les gustó la idea, pero a mi edad no puedo ir a quitar barro y era mi forma de ayudar», declaró la mujer en una entrevista para Telecinco.
La anciana les daba de comer, un lugar en el que descansar y asearse. También les limpiaba la ropa, lo que provocó que la lavadora se estropeara. Por ello, los voluntarios tuvieron un detalle con ella que le dejó completamente impresionada.
El detalle que tuvieron los voluntarios de la dana con una anciana de Catarroja
Los cuatro chicos le regalaron a Elisa una lavadora nueva. La anciana, al verla en su vivienda, se emocionó muchísimo y se quedó sin palabras. «Esta es mejor», le decían.
Esta relación, que comenzó con un simple gesto de solidaridad, ha derivado en una bonita amistad. «Son como mis nietos. Ellos me llaman yaya», comentó.
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