El Gobierno reduce a seis hectómetros el trasvase del Tajo y lo limita al consumo humano

Esta transferencia, publicada ayer en el BOE, garantiza el suministro en la cuenca cedente y vuelve a establecerse en un volumen tan reducido debido a «la situación excepcional (nivel 3) en la que se encuentran los embalses de cabecera», pero al mismo tiempo por la excepcionalidad de escasez hídrica que se vive en la zona del Segura y el Júcar, con la aplicación de decretos de sequía, según destacaron ayer fuentes ministeriales. Con las actuales reservas en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, a partir de enero no se podrán realizar más trasvases .

Los últimos datos reflejan que entre los dos suman 333 hectómetros cúbicos, cuando el año próximo la reserva mínima se situará en 336 .

La aprobación de este nuevo trasvase mensual suscitó ayer nuevas reacciones en Castilla-La Mancha. A pesar de que no hay ni una gota para riego , desde la Plataforma en Defensa de los ríos Tajo y Alberche advirtieron de que van a exigir responsabilidades y su portavoz, Miguel Méndez, achacó «avaricia hidrológica» a los «regantes del Levante» , a quienes recriminó que no se conforman con «dejar seco» el río Tajo sino que ahora quieren el agua de las gargantas de la Sierra de Gredos, en alusión a la propuesta del Foro del Agua recién constituido en Alicante, que propone aprovechar los recursos hídricos en esa zona .

Desde el ámbito institucional, la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, anunció que también van a recurrir esta transferencia , con lo que será el quinto recurso de la Junta a una derivación de agua de la cuenca del Tajo .

La dirigente socialista añadió –como ejemplo de la gravedad del momento en su territorio– que la Mancomunidad del Tajuña «en breve va a entrar en situación de prealerta» y más adelante podría llegar a la de emergencia. No obstante, en este último nivel de bajos recursos se han encontrado durante el último año y desde hace meses varias comarcas alicantinas , como La Marina Baja (Benidorm) o anteriormente L’Alcoià.

El diputado autonómico alicantino David Cerdán rompió ayer la disciplina de voto del grupo socialista en las Cortes valencianas al debatir una propuesta del PP para que el Consell apoye al Gobierno de España en la ejecución de un trasvase Júcar-Vinalopó, que no salió adelante por la mayoría de PSPV, Compromís y Podemos.

Primero instó al PP a apoyar la desalinización y luego, a instancias del diputado popular José Císcar -también alicantino-, que le propuso a cambio respaldar las transferencias de agua de regadío desde la toma del Azud de la Marquesa, y de agua de calidad para el abastecimiento urbano en el tramo medio del Júcar, Cerdán optó por abstenerse mientras su grupo votó en contra.