AIJU pone en marcha un proyecto educativo para concienciar a los jóvenes sobre el riesgo de comprar productos falsificados
Con el apoyo de la EUIPO se da forma a una iniciativa para introducir en etapas educativas iniciales a la lucha contra la falsificación
Tres detenidos en un polígono de Valencia por vender artículos de tecnología falsificados de reconocidas marcas
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Iniciar sesiónEl Instituto Tecnológico del producto infantil y de ocio–AIJU, en colaboración con APSI «Associação para a Promoção da Segurança Infantil» (Portugal) y el apoyo de la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO), ha puesto en marcha un proyecto educativo, dirigido a estudiantes de ... entre 12 y 18 años de institutos y centros de FP de España, con el objetivo de concienciar a estos jóvenes sobre el peligro de la compra de productos falsificados.
El proyecto, pone a disposición de la comunidad educativa, una serie de recursos educativos y actividades de concienciación, sobre la importancia de la propiedad intelectual e industrial y los peligros de los productos falsificados. Mediante vídeos, infográficos y presentaciones de impacto, entre otros recursos, los estudiantes conocerán los riesgos de los productos falsificados que más utilizan los jóvenes como, por ejemplo, tecnología, ropa, equipamiento deportivo, patinetes eléctricos o cosmética.
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Este proyecto se pone en marcha tras la exitosa iniciativa, desarrollada en el marco del proyecto SAFEorFAKE 2021-2022, en la que se creó una innovadora herramienta educativa gratuita para enseñar a niños de primaria sobre la importancia de la propiedad intelectual para nuestra sociedad y el riesgo que los juguetes falsificados suponen para la salud, el medioambiente y la economía y que llegó a más de 8 millones de personas en España.
Como explica Mª Cruz Arenas, responsable del proyecto en AIJU, «los consumidores más jóvenes son los más proclives a comprar productos falsificados. Por ello, este proyecto tiene como objetivo transferir los resultados del proyecto anterior tanto a alumnos y docentes de primaria de Portugal, como hacerlo extensible a alumnos de institutos y centros de FP españoles». «La educación y concienciación de los consumidores es clave para luchar contra el problema de la falsificación y es esencial iniciar este aprendizaje en las etapas educativas iniciales», subraya Arenas.
Comercio online
Los jóvenes son compradores habituales de las plataformas online, y precisamente, el comercio online se ha convertido en el principal canal de distribución de productos falsificados. Más del 50% de las incautaciones de productos falsificados, importados en la UE, están relacionados con el comercio electrónico, según un estudio de EUIPO y la OECDE.
Además, según datos de la EUIPO, el 50% de los jóvenes consumidores considera aceptable comprar un producto falsificado si el precio del original es demasiado elevado.
En este sentido, el objetivo del proyecto SAFEorFAKE es mejorar las habilidades de los consumidores a lo largo de las distintas etapas educativas (primaria, secundaria, universidad) para tomar decisiones informadas y reducir la compra de productos falsificados. Y es que, el mundo de las falsificaciones conlleva pérdidas económicas, no sólo para las empresas, sino también para las arcas públicas y para la ciudadanía y el estado del bienestar.
Peligros para la salud
Muchos de los productos falsificados contienen sustancias tóxicas para la salud y no cumplen con las normativas de seguridad. Las falsificaciones habitualmente se asocian a artículos de lujo, pero la realidad es que estas se pueden encontrar en cualquier objeto de la vida diaria: ropa, calzado, baterías, móviles, juguetes, cosmética, equipamiento deportivo e incluso medicamentos y piezas de repuesto para el coche.
Según la responsable del proyecto en AIJU, «para motivar y generar interés en los estudiantes, estamos utilizando los productos que denominamos «indispensables» para niños y adolescentes, como son la tecnología, cosmética, ropa o juguetes con el objetivo de transmitir la importancia de las buenas decisiones como consumidores y ciudadanos para el progreso del país y de Europa».
«Los talleres de concienciación en centros educativos están funcionando realmente bien e invitan a reflexionar tanto a estudiantes como a docentes, lo cual es el primer paso para cambiar los comportamientos hacia la compra de productos falsificados», añade.
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