De Santa Pola a La Moncloa
Durante su etapa como registrador de la propiedad, Rajoy conoció de primera mano la realidad de Alicante
M. A. R.
Aunque cada vez resulta más improbable que algún día se reincorpore a su plaza, el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, sigue guardando en su memoria un hueco para Santa Pola, la localidad en la que desarrolló su labor como registrador ... de la propiedad durante algo más de dos años.
Rajoy se incorporó a dicho puesto en diciembre de 1987, tras concluir su etapa como vicepresidente de la Xunta de Galicia, y lo ocupó hasta abril de 1990, cuando regresó a la actividad política como diputado nacional en el Congreso de los Diputados.
Dos años que le permitieron tomar contacto con la realidad alicantina, a pesar de que en ningún momento rompió sus vínculos con Galicia y con Madrid. Durante aquella etapa, Rajoy trabó amistad con algunos dirigentes del PP de Alicante, como la alcaldesa de Elda, Adela Pedrosa, y mantuvo una estrecha relación con el que hoy es su sustituto en el Registro de la Propiedad de Santa Pola, Francisco Riquelme, quien fue su compañero de promoción cuando, en 1978, el líder popular se convirtió en el registrador más joven de España.
«Rajoy no engaña a nadie», explica Riquelme, «es una persona seria, reflexiva, previsible... En las distancias cortas gana mucho, resulta afable y divertido. De él resaltaría su honestidad, lealtad e independencia».
Tras superar la oposición en 1978, Mariano Rajoy tuvo su primer destino en Villafranca del Bierzo (León) y posteriormente obtuvo el traslado a la localidad gallega de Padrón (La Coruña). «Cuando tuvo la posibilidad de pedir una plaza definitiva», explica Francisco Riquelme, «solicitó el Registro de la Propiedad de Santa Pola, porque le atraía mucho el Mediterráneo y el carácter de su gente. Estoy seguro de que si un día decide reincorporarse a su actividad privada, volverá a Santa Pola», de cuya plaza es titular en excedencia por servicios especiales. Por tanto, en la actualidad no cobra ni un céntimo de su sueldo como regristrador, ya que es incompatible con los ingresos que percibe en la actividad política.
La influencia de su padre
Cuando Rajoy desarrollaba su labor en esta población, el Registro estaba situado sobre lo que hoy es una sucursal bancaria en la calle Elche. En aquella época, el líder popular se alojaba habitualmente en un hotel de la ciudad, pero pasaba los fines de semana en Alicante o en Galicia, donde reside su familia. En la actualidad, el Registro ocupa un inmueble más moderno en la calle Soria, próxima al Paseo Marítimo de Santa Pola.
Si hoy regresara a este puesto, tendría mucho tiempo libre para practicar el ciclismo, su deporte favorito. «La crisis del ladrillo ha hecho que la actividad del Registro descienda entre un 60 y un 65%», señala su sustituto, Francisco Riquelme, «si durante el boom inmobiliario tramitábamos un 7.000 expedientes al año, hoy no llegan a 4.000». Riquelme destaca la influencia que ha tenido en Rajoy la figura de su padre, que hoy es juez jubilado. «Me contó que durante las oposiciones, su padre se levantaba a veces a las 5 de la madrugada para prepararle los temas que le tocaba repasar».
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