Los epidemiólogos esperan que la curva de contagios y, en consecuencia la incidencia del Covid-19 , siga retrociendo los próximos días, de tal forma que para el 1 de marzo, cuando finaliza la vigencia de las restricciones decretada por la Generalitat, se haya alcanzado el umbral que marcan los científicos para poder afrontar una desescalada que, en todo caso, será «lenta, gradual y prudente» en palabras del propio Ximo Puig, con el objetivo final de bajar de los cincuenta contagios por cada 100.000 habitantes.
De hecho, la Comunidad Valenciana todavía registra cifras dramáticas de muertos diarios (este jueves se notificaron otros 92 fallecimientos como consecuencia del coronavirus) y la tasa de positividad se mantiene como la más alta de España y en un nivel que triplica el cinco por ciento que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) como razonable.
En el lado positivo, la ocupación en los hospitales sigue a la baja, al igual que el Indice de Reproducción Básico .
Con este escenario sanitario, Ximo Puig recabará este viernes la opinión de los científicos que le asesoran sobre el coronavirus . Para la próxima semana está previsto un encuentro con el sector de la hostelería para definir las líneas maestras de la desescalada, que en opinión de los expertos debe comenzar por la reapertura de las terrrazas.
Si se cumple el guión previsto, el jueves 25 de febrero, la Mesa Interdepartamental del Gobierno valenciano para el Covid-19 cerrará los detalles del comienzo de la desescalada. Un proceso que, como mínimo, durará dos meses e incluirá la Semana Santa . De hecho, la Generalitat juega con la baza legal que le brinda el estado de alarma decretado por el Gobierno central hasta el 9 de mayo para modular las restricciones.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete