Wafaa Sebbah, de la desaparición repentina al asesinato machista

Esa misma tarde mantuvo una última conversación telefónica con un hombre al que conocía y que fue interrogado por la Guardia Civil sin sospechas de que pudiera estar detrás de este suceso. Dos semanas después, el 29 de noviembre, su progenitora denunció la desaparición, con el convencimiento de que, como constataron más tarde los investigadores, no había sido voluntaria.

El caso coincidió en el tiempo, pocos días después, con la desaparición de Marta Calvo en la localidad valenciana de Manuel, a solo diez kilómetros de Carcaixent. El descuartizador confeso de Calvo -cuyo cuerpo todavía no ha aparecido- se entregó semanas más tarde sin que aportara ningún indicio de que ambos casos estuvieran relacionados, por lo que se descartó que pudieran estar conectados o siguieran algún tipo de patrón.

El municipio de La Pobla Llarga, en el que reside la familia de Wafaa, de nacionalidad argelina, se ha volcado con ellos y se ha movilizado con concentraciones el día 17 de cada mes reclamando que no se desistiera en la búsqueda de su paisana. Incluso, tras la llegada de la pandemia, se organizaron actos telemáticos para mantener vivo su recuerdo.

Ojos negros, constitución delgada, metro sesenta y pelo liso, largo y castaño. Eran las únicas coordenadas que podían ofrecerse para intentar dar con el paradero de la chica.

Pero tras meses y meses sin noticias, el caso dio un vuelco este mismo miércoles, cuando la Guardia Civil detenía en Manuel a un joven de 30 años, del entorno de la víctima y con antecedentes por violencia de género, que, al parecer, había estado acosando a la víctima antes de su desaparición.

La señal de los teléfonos móviles de ambos coincidía en el mismo punto aquella tarde de 2019. Días más tarde, alguien entró a las redes sociales de Wafaa desde el terminal de la joven y borró varias fotos conectándose a internet a través de una red pública situada en Carcaixent.

El arrestado ha confesado finalmente a los agentes este jueves que mató a la joven y que arrojó el cuerpo al pozo de u na finca rural que era propiedad de su familia en ese momento, donde se trabaja en recuperar los restos mortales de la joven.

Los próximos días serán cruciales para determinar, a través de la autopsia, cómo murió la chica y cual fue el móvil de este crimen machista.