Vicente Ordaz - El Faro

Con derecho a hacer daño by Arnaldo Otegui

«La imposible operación de «blanqueamiento» de un ser como Otegui tenía que salir mal a la fuerza»

Imagen de la entrevista a Arnaldo Otegui en TVE ABC

27/06/2019 a las 17:13h.

Cuando entrevistas a alguien lo legitimas, le das un espacio en el que puede contar su historia, colocar su mensaje. Eso es para mí el concepto más básico de una entrevista. Eso, exactamente, es lo que hizo la televisión pública española el miércoles por la noche con Arnaldo Otegui.

Sin que sea necesario extenderse demasiado en este despreciable personaje, les recuerdo que fue condenado a diez años por terrorismo, líder de un partido que se niega a condenar los crímenes cometidos por ETA, y que nunca, la otra noche de nuevo, ha mostrado arrepentimiento alguno por los más de ochocientos asesinatos, niños incluidos, cometidos por la banda. Esta bien, pensará alguno, darle a tan magno sujeto una entrevista en horario de máxima audiencia. A mí me parece vergonzoso.

Lo que pasa es que la imposible operación de «blanqueamiento» de un ser como Otegui tenía que salir mal a la fuerza. Si lo que buscaba Pedro Sánchez y su equipo de confianza era presentar a Otegui como un «demócrata» en el que poder apoyarse para una investidura, la operación se fue directa por el sumidero, más allá de que les importe un pepino y sigan con su plan cual ejército victorioso.

Solo había que dejar hablar al terrorista que sigue llevando dentro, que nunca desaparecerá. Preguntado por el arrepentimiento, Otegui salió así: «Lo siento de corazón si hemos generado más dolor a las víctimas del necesario o del que teníamos derecho a hacer». Y se quedó tan ancho. Despreciable, indigno, zafio...

Nunca hubiese hecho esa entrevista, pero llegado a este punto sí se me ocurren algunas cuestiones que se podían haber preguntado a este «hombre de paz»:

¿Cuál es la cantidad de dolor necesario que ETA tenía derecho a infligir?

¿Dónde se le fue la mano a ETA, pdría Otegui citar algunos ejemplos por favor?

¿Entraba dentro del dolor al que tenía derecho ETA volar casas cuartel, secuestrar personas y meterlas en zulos más de 500 días o disparar por la espalda?

Y una más. Otegui se puso, cómo no, la medalla de haber puesto fin a la lucha de ETA. Solo un recordatorio para que el «blanqueamiento» no engañe a más que aquellos que se dejan engañar. Con ETA acabó la actuación de la Policía, del CNI y la de un montón de políticos valientes, algunos de los cuales pagaron con su vida. Ocho años después, Otegui sigue haciendo más daño del «que tiene derecho a hacer», y todos aquellos que pacten con él, también...