El Síndic de Greuges, contra el síndrome de alienación parental

Los técnicos del citado centro habían achacado a la influencia de este síndrome el rechazo que mostraban los menores hacia su progenitor, según la queja.

El padre les agredió

En una carta dirigida a la institución, la madre de los menores denunciaba las «irregularidades» cometidas por el personal en el Punto de Encuentro, dependiente de la Conselleria de Justicia.

Acusaba a los profesionales de «dar a los menores un trato degradante, haciendo actuaciones u omisiones que ponen en riesgo la salud y el bienestar emocional de los niños», además de emitir «informes sesgados y lapidarios contra los que tenemos la custodia». La queja de la madre se basa en los hechos ocurridos el 20 de septiembre de 2008, cuando el padre de los menores, que realiza el régimen de visitas a sus hijos en el Punto de Encuentro Familiar, agredió «verbal y físicamente» a los niños, lo que motivó que los menores se escaparan del centro, ya que, según relata la madre, «no había nadie vigilándolos».

Sin valor científico

El Síndic considera que «no es admisible» que los profesionales que trabajan en estos centros utilicen el «síndrome de alienación parental», como hizo constar la coordinadora del centro en un expediente.

«A pesar de su difusión y popularidad, el síndrome de alienación parental no ha sido reconocido por ninguna asociación profesional ni científica», del mismo modo que «su inclusión ha sido rechazada en los dos grandes sistemas de diagnóstico de salud mental utilizados en todo el mundo», aclara Cholbi.

En este sentido se ha pronunciado el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en su guía de criterios de actuación judicial, donde se explicita que «el síndrome de alienación parental no es una categoría clínica, ni en Medicina ni en Psicología».

En el caso del Punto de Encuentro Familiar de Gandía es posible que el rechazo de los hijos al padre, maltratador, se deba a que «han sido víctimas y testigos de esa violencia», apunta el Síndic de Greuges.