Sinde y las cosas de palacio...
...VAN despacio. No se trata del dicho popular, que hace referencia a la pachorra consuetudinaria con que se desenvuelven no pocos responsables de la gestión pública, sino de la reflexión escapista
...VAN despacio. No se trata del dicho popular, que hace referencia a la pachorra consuetudinaria con que se desenvuelven no pocos responsables de la gestión pública, sino de la reflexión escapista que hace la propia ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, sobre sus gestiones ... respecto al Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia.
Si esta ministra nos sorprendía la pasada semana con su orden de paralización de las obras del plan municipal sobre la reforma del barrio de El Cabañal, con anterioridad había respondido a una pregunta de la diputada popular Teresa García Sena, en la que se interesaba sobre el estado en que se encontraban los trámites para que el Ministerio pasase a formar parte de los órganos de funcionamiento del Palau de les Arts.
Prueba de difícil refutación de cuan despacio van las cosas en el palacio...del Congreso de los Diputados o en el del propio Ministerio de Cultura es que la contestación de la ministra, que lleva fecha de dieciocho de noviembre, no aparece publicada hasta el 8 de enero. Hete ahí, negro sobre blanco, lo muy extensas que pueden llegar a ser -y lo son- las vacaciones de buena parte de nuestra estresada clase política. La misma ministra que ni corta ni pereza, es decir diligente y rápida, se lanzó a salvar El Cabañal siguiendo la estela del «Salvem», es la misma que se muestra cauta y remisa a la hora de participar en el Palau de les Arts. Desde su Ministerio se asegura «que desean establecer contactos para conocer en profundidad sus planteamientos programáticos y sus planes de futuro». Parece que con tan somera declaración de intenciones dan respuesta a la pregunta y cumplen el trámite.
Pues no. La ministra Sin..descargas es también la ministra cicatera respecto al Palau de les Arts y la metomentoda en lo que hace a la autonomía municipal de la ciudad de Valencia en El Cabañal. En el caso del Palau a lo más que llega es a «establecer contactos»; en el otro se lanza en corto, pero no por derecho, contra una actuación bendecida por las urnas y confirmada por una docena de sentencias judiciales.
¿Cicatera? Perdón, no es correcto el adjetivo. Invito al lector a que sea él mismo quien encuentre el que mejor cuadra a esta señora que desde el 7 de abril del pasado año es titular del Ministerio de Cultura. No son responsabilidad suya los presupuestos que diseñó su predecesor, pero sí seguir discriminando al Palau de les Arts de Valencia. Los Presupuestos del 2010 no varían en lo sustancial mucho sobre los del año anterior en lo que a ayudas y subvenciones a los grandes coliseos líricos se refiere. Así, el Teatro Real de Madrid fue subvencionado con 19,1 millones de euros; 12,9 fueron para el Gran Teatre del Liceu (¿cuántos de ellos se los llevó crudos Félix Millet?) y sólo 1,4 para el Palau de les Arts de Valencia, menos de la mitad que el Teatro de la Maestranza de Sevilla.
Una más para el memorial de agravios a los valencianos. Y van...
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