Sátira, humor y fake news

En esta mágica atmosfera fallera que nos envuelve, se entremezclan la sátira y el humor de los monumentos falleros con las ocurrencias y desvaríos políticos más sorprendentes.

Son días de disfrutar de la música, de la luz y del color de nuestra fiestas, de los buñuelos y el chocolate, pasacalles y ofrendas, orquestas y disco-móviles, petardos, mascletàs y castillos. También serán días de intentar cumplir la difícil tarea de compaginar la fiesta con el trabajo. Traumática experiencia por la que pasamos año tras año los valencianos, falleros o no.

Pero no caigamos en el pesimismo y disfrutemos de las fiestas más grandes del mundo. Porque si ya lo eran por alegres y bonitas, aún demuestran más su grandeza consiguiendo sobrevivir a Compromís . Toda una proeza al alcance de pocas o ninguna fiesta más.

Este año las fallas de categoría especial tienen una dura competencia con las rotondas “mataciclistas” que el tripartito social-popular-nacionalista valenciano se ha empeñado en instalar. Sin duda que los artistas falleros se tendrán que emplear a fondo si no quieren que sus monumentos pierdan protagonismo ante semejantes barbaries públicas.

También los poetas valencianos que adornan con sus versos cada escena fallera tienen nueva competencia con las modernas “fake news” , de pequeñitos conocidas como “mentiras podridas”. El social-populismo-nacionalista no se las quita de la boca, insistiendo en esa creencia de la vieja y rancia política de que la ciudadanía es idiota y que ellos, los que la menosprecian, no forman parte de ella, por lo que no deben ser idiotas. Seguramente sean algo más que quedaría feo publicarlo en este artículo.

En esta vorágine de ocurrencias variopintas que ha sobrealimentado la coincidencia de las fallas con la pre-campaña electoral, hay quien se está esforzando por ser la estrella invitada a la fiesta. Chantajear a las mujeres inmigrantes con permitirles estar un tiempo en el país a cambio de dar en adopción a sus hijos es algo que ni al más zafio humor nacionalista podría habérsele ocurrido. Sin duda que los conservadores se han llevado el primer premio, pero no al ingenio y gracia, desde luego.

En fin, que las fallas ya están plantadas, la fiesta en la calle y nos toca pasarlo bien. Por mucho que intenten agriarnos, los valencianos somos gente viva y alegre que no nos merecemos semejantes vergüenzas políticas. A ver si tenemos suerte y el 19, con la cremà, se purifica también la política valenciana .