El regreso de Carlos Fabra a la vida pública como simpatizante de Vox

Es el tercer evento de Vox al que asiste Fabra, condenado por fraude fiscal, desde el pasado mes de febrero.

Así lo ha confirmado el secretario provincial de Vox, Isaac Sánchez , que ha señalado que el exlíder del PP "apareció porque sí" en el acto de Benicàssim, al que no fue invitado de manera expresa, y ha asegurado que "oficialmente" ese partido no ha tenido contacto con él.

En imágenes grabadas por la televisión pública autonómica À Punt puede verse a Fabra sentado, solo, en una de las butacas del auditorio, y aplaudiendo durante varios momentos del acto.

[Vídeo de À Punt con la reaparición de Carlos Fabra en Benicàssim]

"Las invitaciones las mandé yo y a él no se le envió", afirma Sánchez tras ser preguntado sobre el acercamiento de Fabra a la formación.

" Tenemos actos públicos y puede venir quien quiera . Le apeteció asistir y fue recibido como cualquier otra persona", ha añadido.

El de Benicàssim de este jueves es el tercer acto de Vox que respalda con su asistencia Carlos Fabra; el último fue el pasado mes de abril, con motivo de la conferencia impartida por el líder nacional de Vox, Santiago Abascal , en el Hotel Jaime I de la capital de La Plana.

Desde la delegación provincial de Vox reconocen que Fabra "simpatiza" con las "ideas" de este partido "y está bastante interesado".

"Ya vino con Santiago Abascal hace unos meses; su presencia no es nueva", señalan.

Preguntado sobre si beneficia a Vox el respaldo de un expolítico condenado por fraude fiscal a sus actos públicos, Sánchez ha añadido: "No se le puede impedir a nadie venir".

El pasado mes de marzo, en su comparecencia ante la comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre Feria Valencia, admitió que el expresident de la Generalitat y del PPCV Francisco Camps es "de las pocas personas del PP" con las que tiene relación.

Fabra se encuentra en libertad condicional desde abril de 2017 al haber cumplido tres cuartas partes de su condena.

En 2013, la Audiencia Provincial de Castellón le condenó a cuatro años de prisión y al pago de 1,4 millones de euros de multa por cuatro delitos fiscales, tras considerar que el exmandatario había defraudado a la Hacienda Pública 693.000 euros.

Tras conocer la condena, Fabra recurrió la decisión al Tribunal Supremo que rechazó el recurso, solicitó al Gobierno un indulto, el cual también fue denegado, y apeló al Tribunal Constitucional, que también desoyó su petición.