Rajoy vuelve a donde empezó todo

Pero además existe un motivo sentimental . Antes de dedicarse a la política nacional, el hoy presidente del Gobierno tuvo una corta pero intensa relación con la localidad pesquera de Santa Pola, donde arrancará la campaña, como titular del Registro de la Propiedad del municipio . Un puesto que, en realidad, aún le pertenece, aunque no lo haya ejercido en 25 años.

Tras licenciarse en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela en 1978, Rajoy preparó las oposiciones a registrador de la propiedad y las aprobó al año siguiente con solo 24 años. En ese momento se convertía en el registrador más joven de toda España . No obstante, aún no había llegado el momento de recalar en Santa Pola. El presidente en funciones comenzó también joven su carrera política tras el servicio militar (en 1980, en Valencia) , y pasó por el Ayuntamiento de Pontevedra, las Cortes gallegas y el Congreso de los Diputados, hasta que recaló en la Xunta tras la dimisión de Xosé Luis Barreiro como vicepresidente.

En 1987 dejó el cargo, y entonces llegó el momento de tomar posesión de su destino definitivo como registrador de la propiedad: Santa Pola . Rajoy pasó un par de años, desde diciembre de 1987 hasta principios de 1990, registrando inmuebles en las oficinas de la localidad pesquera, aunque siempre con una sensación de provisionalidad: dormía en el hotel Gran Sol, en Alicante (a diez kilómetros), y disfrutaba del clima mediterráneo con la bicicleta, una de sus pasiones en aquellos tiempos. En ese tiempo no llegó a desvincularse del todo de la política gallega. En Santa Pola coincidió con Francisco Riquelme, compañero de promoción y sustituto en el Registro mientras siga en excedencia forzosa por su actividad poítica. «Registrador accidental permanente», como se define el propio Riquelme con cierta sorna.

Tras ser elegido de nuevo diputado nacional en 1989, ya como miembro de la junta directiva del PP de Fraga, Rajoy compatibilizó la política con su profesión unos meses (la ley aprobada por el PSOE en 1984 le permitía conservar el puesto), hasta que tuvo que renunciar para dedicarse plenamente al servicio público. Desde entonces es Riquelme quien ocupa el puesto . El eterno sustituto de Rajoy no duda en afirmar que «en Santa Pola viviría mucho mejor que en La Moncloa» . Mejor pagado (aunque depende de la actividad del Registro) y con menos quebraderos de cabeza, sin duda. Una jornada laboral de nueve a dos y de cuatro a seis, para despachar documentos, atender las consultas de los clientes sobre las escrituras...

Pero no parece que el presidente del Gobierno en funciones tenga intención de regresar a donde empezó todo . A menos que sea para hacer campaña y rascar hasta el último voto, claro.