El PP busca un relevo para Moragues al frente de la Delegación de Gobierno

La intención de la líder de los populares, Isabel Bonig, pasa por relevar a Juan Carlos Moragues para incorporar a una persona con un perfil político más marcado y no tan técnico, tal como confirman fuentes del partido. Aunque en el PP hacen un balance positivo de su gestión al frente de este departamento, la Delegación de Gobierno ha pasado a ser un importante reducto que conservarán los próximos años en el que poder ejercer una oposición política efectiva, por lo que consideran que han de saberla aprovechar.

Bonig trataría de imitar la figura de Ricardo Peralta , el que fuera delegado de Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero. El hombre de confianza de su vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega ejerció durante más de dos años como transmisor de numerosas decisiones del Gobierno central y como su portavoz en temas muy diversos, con valoraciones políticas contínuas sobre el Consell de Francisco Camps.

Desde el PP todavía no confirman nombres, aunque la quiniela de los «posibles» está sujeta a múltiples factores. Entre ellos, la entrada parcial (o no) de Ciudadanos en el Gobierno de Rajoy. Fuentes del partido admiten que podría darse el escenario de que se tratara de un puesto al que recurrir en caso de llegar a acuerdos con la formación de Albert Rivera. Pero no sería la opción más deseable ni la más sencilla. Tampoco la más viable.

Mientras las negociaciones a nivel nacional se desarrollan, existen varios perfiles dentro del PPCV que podrían encajar. Entre ellos el de la diputada nacional Elena Bastidas , quien cuenta con el aliciente de ser mujer y, además, de estar vinculada a la provincia de Valencia, con lo que ganaría representación para tratar de equipararse a Alicante.

Ahora, y con este supuesto movimiento, Moragues podría pasar a un puesto de responsabilidad superior en la Administración central con el nuevo Ejecutivo de Rajoy. Quien fuera conseller de Hacienda con el expresidente Alberto Fabra pasó a ocupar este cargo por sorpresa en julio de 2015 tras la salida de Serafín Castellano. Se llevó consigo al equipo con el que trabajó en la Conselleria y al de la actual portavoz adjunta del grupo popular en las Cortes, María José Catalá (con la que mantiene buena relación) durante su etapa en Educación. La que fuera responsable de este departamento sonó precisamente como uno de los nombres para el relevo de Fabra, aunque finalmente la dirección nacional se decantó por Isabel Bonig.