La política identitaria: el choque entre Carolina Punset y Ciudadanos

La que fuera portavoz de la formación en las Cortes Valencianas –que seguirá en el Parlamento Europeo– entiende que su labor en este órgano «se ha vuelto estéril», pues tampoco consigue «aunar suficientes apoyos como para determinar ningún cambio» de postura. Con su dimisión pretende «mantener la coherencia con los principios» de C’s, que tenía como propósito irrenunciable la desarticulación de cualquier tipo de nacionalismo, incluyendo el regionalismo no independentista ». Además, entiende que la dirección del partido en la Comunidad Valenciana no ha sabido, salvo «honrosas excepciones», favorecer unas estructuras orgánicas «propicias» para el fomento de estos valores sociales progresistas y la defensa de la laicidad.

Las palabras de Punset evidencian el desencadenante de la última llama que prendió en el partido (aunque no la causa fundamental de su dimisión), y por la cual su figura fue criticada hasta por algunos compañeros: la política identitaria .

Punset nunca se ha sentido cercana a la defensa de los símbolos ni a los sentimientos de pertenencia territorial. Una visión que manifestó recientemente con motivo de la fiesta de la Comunidad Valenciana . En un tuit adjuntó un artículo de opinión de Fernando Savater con el comentario: «Hoy, 9 d’Octubre, donde muchos se pasean orgullosos con un trozo de tela, ahí va una buena definición de patria y bandera».

Esta forma de calificar a la Senyera generó gran polémica y la propia dirección autonómica tuvo que salir al paso para mostrar el «orgullo» por la bandera: «La respetamos y la sentimos nuestra», señalaron. Se daba, además, la paradoja de que era el portavoz territorial de C’s, Fernando Giner , quien la portaba en la procesión cívica.

No era la primera vez que sus declaraciones levantaban una polvareda. Su discurso en el debate de investidura del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se vio eclipsado por unas palabras que todavía se recuerdan: «Allá donde triunfa la inmersión lingüística estamos volviendo a la aldea». La entonces diputada matizó que «nadie niega que el valenciano es un bien cultural y que debe protegerse y aprenderse de forma proporcionada en la escuela, pero si lo convertimos en idioma único, estamos frenando el desarrollo personal y colectivo de la Comunidad». Sin embargo, ya fue demasiado tarde para que determinados colectivos no se sintieran ofendidos y estas afirmaciones fueran utilizadas políticamente por la izquierda para atacarla.

Punset fue, desde el germen de Ciudadanos, la apuesta personal de Rivera en la Comunidad Valenciana, quien la incluyó en el organigrama nacional y como portavoz a nivel autonómico. Pero las luchas internas abrieron una brecha entre sus partidarios (la parte más progresista) y aquellos que más poder tenían a nivel orgánico y con tendencia más conservadora, como Emilio Argüeso o Emigdio Tormo.

La renuncia de la Ejecutiva no ha extrañado en la dirección, sobre todo tras la decisión de marcharse a Europa y el apoyo explícito del partido al liderazgo, precisamente, de Fernando Giner a nivel orgánico. «Es posible que le afectase. Tenían visiones diferentes en algunos temas», comentan. Miembros de la dirección también remarcan la «falta de respaldo» de la militancia , incluso por algunos de sus posicionamientos más cerca de la izquierda.