Marta Calvo, una agónica búsqueda de cerca de dos años

Agentes de la Guardia Civil comprobaron, por los resultados de la geolocalización de su móvil ,que Jorge Ignacio P.J. estuvo en una zona de Manuel en la que el presunto asesino no declaró haber estado .

Por ello, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Unidad Canina han rastreado tres puntos para intentar encontrar alguna pista que sirva para dar con el cuerpo de Marta Calvo. En concreto, han inspeccionado el paraje natural de Font Amarga en Manuel, la Ermita de Santa Ana en Llosa de Ranes y una zona rural en los alrededores de la localidad de Villanueva de Castellón .

Patrullas de la Guardia Civil y agentes de la UCO se han desplazado al paraje natural de la Font Amarga a las diez de la mañana, donde han retomado la búsqueda . Se trata de una zona a unos tres kilómetros y medio de distancia de Manuel, lugar donde desapareció Marta Calvo.

Durante dos horas los agentes han estado inspeccionando una de las área de este paraje, próxima a una antigua cantera. Después se han dirigido hacia la Ermita de Santa Ana, en el término municipal de Llosa de Ranes, donde han continuado su labor de rastreo durante unos treinta minutos.

Posteriormente, los efectivos han abandonado este lugar para dirigirse a la última localización que han registrado durante la mañana de este miércoles. Una zona rural ubicada en el camí de Font de Poveda, entre la localidad de Villanueva de Castellón y Manuel.

Esta última inspección se ha prolongado unos 40 minutos hasta que el dispositivo de búsqueda ha dado por finalizada esta primera jornada de registro .

La madre de Marta Calvo, Marisol Burón , en un comunicado que ha enviado a los medios de comunicación, ha querido agradecer el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que «no han cesado» en encontrar a su hija y ha calificado su labor de «intachable e inmejorable, y esto es justo sea dicho a gritos».

«Agradecerles que no hayan cesado en la búsqueda, su incansable entrega, y su gran profesionalidad», ha dicho y añade: «Todo apunta a que estamos más cerca de recuperar a mi querida hija Marta y mucho más cerca de que su asesino se vea en tan esperado juicio por mi parte», ha señalado la madre, con la esperanza de que esta nueva búsqueda de su hija, emprendida este miércoles, pueda localizar el cuerpo de Marta, dos años después de su desaparición.

Burón quiere la prisión permanente para el detenido por su «maldad» y su «falta de colaboración». Asimismo, ha querido agradecer el cariño que han recibido tanto ella como su familia durante este tiempo y ha querido destacar que «juntos y respetando la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad, lo conseguiremos». La madre de Marta ha querido concluir este comunicado lanzando un mensaje de esperanza : «Marta estamos ya más cerca, te amo».

La valenciana de Estivella, de 25 años, desapareció hace un año y diez meses -el 7 de noviembre de 2019- en Manuel, tras haber mantenido un contacto sexual con su presunto asesino, que actualmente está en prisión por la muerte de Calvo y la de otras dos mujeres.

Jorge Ignacio P.J. se entregó el 4 de diciembre de 2019 e el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent (Valencia) y declaró que la joven había fallecido de forma accidental, en un episodio de relaciones sexuales con cocaína. Además, confesó haber descuartizado el cuerpo y haber distribuido los restos por contenedores.

La Guardia Civil buscó durante ocho meses el cuerpo de la joven en el vertedero de Dos Aguas . Sin embargo, tras analizar miles de toneladas de basura, no encontraron ningún hallazgo relevante y los investigadores sospechan que el cadáver de Marta no está allí.

En estos momentos, Jorge Ignacio P.J. está acusado de dos delitos de homicidio/asesinato consumado ; tres delitos de homicidio en grado de tentativa; un delito de omisión del deber de socorro; un delito contra la integridad moral/lesiones; contra la salud pública; un delito de profanación de cadáveres y otro de agresión sexual.

Las otras dos muertes con las que se relaciona al acusado son la de una mujer que ejercía la prostitución y falleció en marzo de 2019 tras varios días en coma inducido en un hospital de Valencia -el asunto fue archivado provisionalmente tras revelar la autopsia que había muerto por un ataque epiléptico con consumo de sustancias estupefacientes-; y otra mujer, también prostituta, que falleció en junio y apareció muerta en un domicilio.

En el procedimiento judicial también consta la denuncia de una mujer por unos hechos registrados en la ciudad en dos periodos, en abril/mayo de 2019 y septiembre/octubre del mismo año y que se seguían en el Juzgado número 15.

En el mes de noviembre de 2020, varias mujeres que sufrieron abusos por parte de Jorge Ignacio P.J. declararon ante el Juzgado de Instrucción número 20 de Valencia que el presunto asesino de Marta Calvo introducía cocaína en los genitales de sus víctimas de forma sorpresiva y «a traición» .

«Lo hacía a escondidas, de forma sorpresiva y traicionera. Lo hacía de forma repetitiva, buscando que la víctima se encontrase en situación de no ser consciente de lo que estaba pasando», explicó Juan Carlos Navarro , abogado de los familiares de dos de las supuestas víctimas mortales y otras mujeres agredidas por el sospechoso, de acuerdo a los testimonios que escucharon en la sala.

Además, el pasado mes de abril, familiares y otras víctimas del presunto asesino de Marta Calvo solicitaron al juzgado que ampliara las imputaciones a nuevos delitos contra la salud pública y contra la libertad sexual y que se tuviera en cuenta la circunstancia agravante de género en su actuación al considerar que actuaba bajo un «mismo patrón»: con víctimas mujeres por el hecho de serlo y con intención de dejar patente un sentimiento de superioridad.

Las acusaciones de las diez víctimas relacionadas con el detenido -tres de ellas fallecidas- le acusan de 33 delitos en total al sumarle hechos punibles relacionados con los delitos contra la salud pública, la libertad sexual y las figuras agravadas de los delitos de homicidio y/o asesinato.