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José Manuel Bonilla - Tribuna abierta

Ante el tsunami económico no podemos parar sus olas, pero sí aprender a surfearlas

«Los españoles hemos demostrado que en solidaridad somos sobresalientes y cuando toca hacemos equipo»

Partiendo, tanto de la estresante incertidumbre que acontece en todos los ámbitos; el sanitario, el económico, el social y el político; como de la grave crisis que nos espera, es clave poner foco en buscar aquellos resortes a los que España puede aferrarse para, cuanto menos, tratar de resistir el impacto de este tsunami llamado Covid-19. Entre esos resortes encontramos la Economía Digital y el emprendimiento.

Una carrera digital, económica y sanitaria con varias velocidades

Puede decirse en puridad que de esta situación sólo saldremos en equipo, colaborando y con una estrategia coordinada a nivel mundial y, por ende, a nivel europeo. No obstante, las ventajas y las fortalezas locales e individuales de cada país marcarán el orden y la posición dentro de los diferentes grupos de carrera, puesto que como siempre ocurre, y así nos lo ha enseñado la historia, las recuperaciones económicas son una carrera, de fondo o de sprint, donde existen “players” que corren a distintas velocidades.

Estamos ya atisbando los síntomas de la atomización por grupos, por un lado, el grupo que aparentemente irá a la cabeza formado por China junto a Rusia, por otro lado, y a la espera del impacto de los acontecimientos estará Estados Unidos y finalmente la Unión Europea. Y dentro de este último equipo, también se avanzará a dos velocidades.

Por ello, España debe aprovechar y optimizar las oportunidades que tiene a su alcance en esta competición, por pequeñas que sean. En mi opinión, son muchas y significativas, entre ellas: el gran talento disponible, el alto nivel de emprendimiento, las buenas infraestructuras digitales, la ejemplar solidaridad y el haber entrado en la pandemia sanitaria antes que otros.

España tiene más hogares con fibra óptica que Alemania, Reino Unido, Francia, e Italia juntas

Recientemente, en uno de los distintos foros y congresos virtuales a los que asisto o participo durante este confinamiento, tomé nota de algo que puso encima un alto directivo de Telefónica, un dato que no es para nada baladí, que va a ser clave en nuestra recuperación y especialmente supondrá una ventaja comparativa frente a otros países. El directivo cito las palabras de José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica: “según la reconocida consultora Analysys Mason, en España hay más hogares con fibra óptica que Alemania, Reino Unido, Francia, e Italia juntas”. Algo que, entre otras cosas es gracias a la enorme inversión y la apuesta que las distintas empresas de telecomunicaciones han realizado en nuestro país.

Como ejemplo encontramos el impulso en la inversión que la empresa española Telefónica ha realizado en España desde 2008, donde solo en el año 2019 superó los mil seiscientos millones de euros. Además de las esperadas colateralidades positivas por las sinergias generadas fruto del reciente acuerdo entre la empresa española y la británica Liberty Global para la fusión de sus filiales O2 y Virgin Media.

Infraestructuras digitales, una ventaja como país para universidades, empresas y emprendedores

Es toda una ventaja para nuestro país, para nuestras empresas, emprendedores, universidades, escuelas de negocios, autónomos y administraciones públicas ser, actualmente, el país líder europeo en llegada de fibra hasta el hogar, y que además esté entre los primeros puestos de los rankings internacionales por la velocidad de conexiones fijas a Internet.

A nivel mundial, estamos ante una aceleración forzada de la digitalización de la sociedad a realizar en varios meses, cuando estaba prevista que ésta se llevara a cabo de forma paulatina y progresiva durante varios años. Será por tanto una distorsión de la realidad y de los planes establecidos, cuyo impacto será sensible en todos los países, convirtiéndose en un nuevo reto, una prioridad y un desafío global que coloca a todos los países en la casilla de salida. Eso sí, unos mejor preparados que otros; digitalmente hablando.

Que España cuente con este liderazgo en calidad y despliegue de conexión y acceso a internet, a pesar de que todavía hay zonas donde debe llegar (todavía en España Hasta 2.500 pueblos rurales sin acceso a internet), es fundamental para abordar esta transformación digital.

Ahora nos acordamos de formar, hibridar, testar e intraemprender con startups

En estos momentos muchos se acuerdan de aquello que, hace años y con obsesión, postulábamos algunos cuando priorizábamos y apostábamos por la estrategia de la transformación digital de las empresas, de las administraciones públicas o de las universidades. Especialmente de la mano de la innovación abierta colaborando con emprendedores y universidades.

Cuando impulsábamos e-learning vía los ahora populares, necesarios y demandados Moocs (Massive Open Online Course) y webinars. Cuando motivábamos a todas las personas del equipo de la organización a formarse en materias de innovación, a ser embajadores digitales en las redes sociales y a planificar el teletrabajo. Cuando buscábamos automatizar ciertos procesos para potenciar y valorar más el valor añadido del ser humano. Cuando decidimos y tomamos la decisión de anticiparnos de invertir en los canales online (webs, blogs, apps, chats, … ), en decir adiós al papel y en hacer pedagogía, dentro y fuera de la organización, para relacionarnos electrónicamente. Cuando defendíamos la imperiosa necesidad de explorar, testar, implementar e hibridar tecnologías disruptivas; en lo que hacemos y en cómo lo hacemos, entre ellas: el big data, la inteligencia artificial, el blockchain, el internet de las cosas, la biometría o el reconocimiento facial, los drones, las fintech, la realidad virtual o la geolocalización.

Ahora todos nos acordamos. Unos lloran y otros venden pañuelos, porque sólo aquellas organizaciones, públicas y privadas, que durante los últimos años apostaron por la transformación digital y se tomaron en serio la innovación tendrán alguna oportunidad; serán eficientes, efectivas, transparentes, sostenibles y aportarán valor.

Primeros en entrar, primeros en salir. Y en activar

El futuro es impredecible, solo sabemos que afrontaremos una situación jamás vivida, para las generaciones actuales, que algunos ya tildan de cuasi bélica y en general para todas las generaciones por su componente digital; que parece de ficción.

Sin embargo, es seguro que se abrirán oportunidades, porque es una crisis global, y España fue de los primeros en entrar en la pandemia sanitaria y por tanto, tenemos la posible ventaja y la oportunidad de salir antes que otros países de la crisis sanitaria y, por lo tanto, ser de los primeros en activar la economía, la educación, la cultural, el deporte, etc.

Talento, reinvención, resiliencia, equipo y optimismo ante nuevas oportunidades

Porque tenemos en nuestro ADN la resiliencia de Rafa Nadal. Porque estamos demostrando, con ejemplos en determinadas industrias tradicionales, que es posible y tenemos la capacidad de reinvención y de adaptación de los sectores productivos.

Porque la cosa va de colaborar, y los españoles hemos demostrado que en solidaridad somos sobresalientes y cuando toca hacemos equipo. Porque el emprendimiento jugará un papel clave, y España es un país de emprendedores. Porque el talento marcará la diferencia, y España es exportador de talento.

Porque hace años muchas organizaciones públicas y privadas hicieron sus deberes en transformación digital y están preparadas. A otras les costará, pero, con ayuda, lo conseguirán. Porque ya hay un gran caldo de cultivo hecho en lo que a ecosistemas digitales se refiere. Porque estamos bien, y mejor, preparados en conexión a internet que otros.

Por todo ello, y porque la economía digital es clave, si quienes tienen la capacidad y la responsabilidad de hacerlo toman nota, y actúan, debemos tener esperanza e ilusión en el devenir de las oportunidades.

Por tanto, juguemos bien nuestras cartas y “saquemos petróleo” de nuestras fortalezas y ventajas, muchas son digitales y otras son habilidades innatas del ser humano, para superar la enorme y desafiante ola de este tsunami llamado Coronavirus, juntos y en equipo nos mantendremos a flote.

No me canso de citar a Dr Kabat-Zinn, el referente del Mindfulness y su aplicación a las distintas disciplinas como la gestión de empresas y organizaciones: «No podemos parar las olas, pero sí aprender a surfearlas».

*José Manuel Bonilla Gavilanes

Consultor en dirección estratégica, gestión del cambio y transformación digital de organizaciones.

Twitter @manuelbonilla94

Manuelbonilla.es

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