Un hotel de Benidorm «inventa» el guardia de las toallas contra las disputas por un sitio en la playa

Las normas son básicas y sencillas: cuando la toalla permanece más de 25 minutos ocupando una hamaca y el propietario no se encuentra en el recinto de baño, el «gestor del espacio» tiene potestad para retirarla y depositarla en consigna , donde el cliente la puede recuperar sin problema. De esta forma esa hamaca queda libre para otro cliente.

Además, cuando se sale del recinto de la piscina es obligatorio llevarse la toalla, de forma que la hamaca que se ocupaba se libera. «Se pone freno así a una práctica que es muy común en los hoteles: el cliente deja la toalla durante todo el día, incluso cuando sale para comer, visitar la playa o cualquier otra actividad que desee realizar, una utilización inadecuada del espacio de piscina, porque realmente la hamaca no la ocupa nadie pese a que hay clientes que desean una», explica Francisco García , presidente de esta cadena hotelera, con sede central en Benidorm.

Este hábito insolidario se traduce en que los menos madrugadores se encuentran con la desagradable sorpresa de que no tienen sitio. «Es un tema peliagudo, que genera quejas de los clientes, pero nosotros hemos encontrado la solución», señala García.

Este vigilante es políglota e informa a los usuarios de unas mínimas condiciones para evitar colas, carreras y la inapropiada ocupación de las hamacas.

La medida se ha implantado este verano, con carácter experimental en la zona de baño del apartotel ‘Tropical Splash’, con resultado tan positivos que a partir del verano próximo se trasladará al resto de establecimientos de la cadena.

«La clave está en la información», añade María García , responsable del ‘Tropical Splash’. «Al principio los clientes no entendían muy bien estas medidas, pero cuando comprueban que, efectivamente, a la hora que vayan tienen hamaca libre, lo agradecen».