Coronavirus: ¿Remamos juntos?

Los «mass media» por un lado, con su política editorial y su grupo empresarial detrás con sus intereses económicos, y por otro las redes sociales, como tribuna virtual de millones de españoles y valencianos, son los que marcan las pautas informativas en estos tiempos de confinamiento. La opinión es libre e individual, de ahí que cada uno elijamos que ver, que leer y que escuchar. Yo ya hacía tiempo que lo practicaba y lo único que no consumo son a los cenizos y agoreros . Todo lo demás con dosis saludables, como el buen alcohol espirituoso.

Impresionantes son los vídeos que se comparten estos días de los principales paisajes del planeta completamente vacíos. Lo mismo sucede con los principales parajes de nuestra Comunitat Valenciana y nuestro Mar Mediterráneo que nos baña y nos ventila cuando no está bravo, en estos días de temporal , que nos abraza solitario con un azul que nos indica que allí nos está esperando, más limpio, más oxigenado y más libre si cabe de nuestra invasión.

Impresionante eran las imágenes de la oración Urbi et Orbe del Papa Francisco , sobre una plaza de San Pedro completamente vacía y con ese enfoque de cámara de la kilométrica y vertical Via de la Conciliazzione, que desemboca en el río Tíber, sin un alma. Desde dentro de nuestras casas estamos viviendo, y haciendo, historia en primera persona. Podría haber sido mejor o peor, pero es la que nos ha tocado compartir entre todos.

Por encima de juicios de valor, de exigir responsabilidades a su debido tiempo, de ruedas de prensa lamentables, de dimes y diretes entre las barricadas ideológicas y de moralina de educación general básica de infames portavoces gubernamentales. El acto de contrición vendrá en unas semanas, cada día que pasa es un día menos.

Ya veremos cómo vendrá la recuperación. Si en U o en V. Recordaremos en ese momento a los otros “héroes”, los pequeños empresarios, ese más del 90% de las empresas valencianas y españolas, que tendrán que empujar el escenario económico post pandemia y que el actual Gobierno ha dejado tirados en una cuneta sin ningún rubor a golpe de demagogia.

Ahora, como bien dijo el Papa, “estamos todos en la misma barca, en la misma lucha”, desde Valencia a Nueva York, desde Teulada Moraira a Buenos Aires o desde Benicassim a Londres por ejemplo. Francisco nos recordó nuestra fragilidad, nuestro egoísmo y nuestro individualismo con el que hemos preferido vivir. Por mucho eslogan marketiniano en estas campañas de publicidad que apelan a la épica de estos días, lo simple es pedir la ayuda del otro, que parece que cueste cada vez más, pequeños gestos cotidianos apoyándonos en el hombro ajeno harán que cada día seamos más fuertes.

Que estas semanas nos sirvan de aprendizaje vital. Siempre hay tiempo para ajustes de cuentas entre los mediocres, mientras tanto esa marea de gente corriente habrá sacado adelante esta situación, la que estamos viviendo hoy y la que viviremos en pocas semanas para volver a ser esa Comunitat Valenciana próspera de pequeñas grandes personas anónimas que no aparecen ni en diarios, ni en televisiones ni en ninguna portada, ni falta que hace. Mientras tanto podemos ir remando todos en la misma dirección, aunque muchos pongan piedras por el camino.

Salud queridos lectores.