Guillem Bertomeu - Lletraferit
Coronavirus: un antes y un después
«Seguro que a partir de ahora aprenderemos a valorar todas las pequeñas cosas que nos completan el día a día»
Esto del confinamiento te da para pensar y mucho. En esta primera pandemia global de la era cibernética estás las veinticuatro horas informado, además de las redes sociales más activas que nunca como herramienta de socialización y contra el aburrimiento.
Tiempo de reflexión, tanto ... personal, familiar, laboral y, cómo no, económica. Tiempo habrá para analizar si las medidas adoptadas eran correctas y si los estímulos enviados desde el Gobierno eran correctos, no es tiempo de distorsión ni de ortodoxias particularistas.
Una vez más la sociedad civil volvió a dar una lección a la política. Su comportamiento, su unidad y el carácter mediterráneo de los valencianos hace que el mañana se vea más fácil que el hoy. Entre tanto bulo, fake news y aquel amigo o vecino paranoico perdido, que mimetiza cualquier problema en su propia burbuja, hay que sacar conclusiones positivas y aprendizajes que obtenemos de esta situación. Si sólo pensamos negativamente, todas nuestras emociones son negativas . Al final la actitud depende de cómo vivamos e interpretemos las situaciones día a día.
El tiempo, como siempre, da segundas oportunidades. Volverá a funcionar la economía, esperemos que más pronto que tarde, volverán las fallas, también ese concierto cancelado, el fútbol , las cervezas en las terrazas y las reservas en restaurantes y hoteles. Ahora que no lo podemos disfrutar es cuando lo echamos de menos, siempre pasa igual. Seguro que a partir de ahora aprenderemos a valorar todas las pequeñas cosas que nos completan el día a día y la suerte que tenemos de poderlas disfrutar.
No quiero perder ni un minuto en los agoreros, en los que hacen del drama espectáculo, a esa prensa amarillista que cada vez más llena el prime time de la parrilla. Ni en los politicuchos egocéntricos, egoístas e irresponsables , para ellos también habrá tiempo de pedirles cuentas. También a los que desaparecen en tiempos de crisis, siempre son los primeros a la hora de armar gresca y los últimos en tiempos de arrimar el hombro. A la política de palabrería vacía, vacua, blanda, cobarde… el tiempo mandará de nuevo.
De momento vamos a hacernos más fuertes, más sabios y más responsables y como diría Van Gaal : Siempre positivo, nunca negativo. Buen consejo para estas fechas y salud y fuerza para todos los que trabajan en sus distintas áreas para hacer más fácil la vida de las personas.
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