El Gobierno proyecta una línea de alta tensión de once kilómetros por el centro de Valencia
El Ayuntamiento de Valencia ha informado en contra de que el Ministerio de Industria autorice el proyecto de ejecución de la línea eléctrica de 220 kilovatios entre la subestación de Fuente de San
El Ayuntamiento de Valencia ha informado en contra de que el Ministerio de Industria autorice el proyecto de ejecución de la línea eléctrica de 220 kilovatios entre la subestación de Fuente de San Luis y la de Beniferri, al menos con el trazado propuesto por Red Eléctrica de España, ya que el cable de alta tensión, de once kilómetros de longitud, discurriría por zonas céntricas de la ciudad y sería incompatible con servicios actuales y obras de gran envergadura, así como graves problemas de tráfico en superficie.
Concretamente, la línea partiría de Fuente de San Luis hasta cruzar las vías del ferrocarril y discurriría por el vial de La Nueva Fe, Bulevar Sur, Avenida Antonio Ferrandis, el vial lateral del Puente de Serrería, Paseo de la Alameda cruzando la Glorieta de Europa y la Plaza de Zaragoza, calle San Pío V, calle Guadalaviar, Llano de Zaidia, Mauro Guillén, Avenida Menéndez Pidal, Avenida Tirso de Molina y por Avenida Maestro Rodrigo, hasta llegar a la actual subestación de Beniferri.
La Administración central ha informado de la petición, que tiene fecha del pasado 4 de diciembre, a través del Área de Industria y Energía de la Delegación del Gobierno de Valencia. Las noticias sobre la tramitación del expediente llegaron al Consistorio el 20 de diciembre de 2006, fijando el plazo de un mes para que la administración local emitiera un informe favorable o desfavorable sobre la adaptación de la instalación eléctrica proyectada al planeamiento urbanístico.
El edil de Ordenación Urbana y Obras en la Vía Pública, Francisco Lledó, anunció ayer que la postura del Consistorio es disconforme con el trazado propuesto, ya que afecta a un subsuelo ya consolidado y saturado de servicios en pleno centro de la ciudad e interfiere con obras de gran relevancia como el AVE, pasos inferiores, tranvía, ágora o puente de Serrería, para las que no se propone ninguna solución técnica.
Graves problemas de tráfico
Aunque el informe ha sido elaborado en precario, debido a la imposibilidad de que se pronuncien todos los servicios municipales implicados por la envergadura del proyecto como consecuencia del insuficiente plazo y documentación aportada, el edil destacó los graves problemas de circulación que las obras, con un plazo de ejecución de 18 meses, supondrían para el tráfico en superficie, sin contar con que la zanja es incompatible con la estrechez de algunos puntos y que otros, como los alrededores de Viveros y Alameda, son zona de vigilancia arqueológica.
La única posibilidad para aceptar la nueva línea eléctrica sería que ésta discurriera por las servidumbres del corredor Norte y la V-30 que, aunque un poco más larga, supondría un menor coste por no afectar a infraestructuras y servicios ya consolidadas de la ciudad.
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