La Generalitat no subirá los impuestos pero sí prevé una redistribución

De esta forma, ha indicado que aunque la fiscalidad autonómica únicamente determina alrededor del 20 por cien del presupuesto, el Ejecutivo que preside quiere «ser responsable» y actuar «con la mayor determinación, justicia y equidad».

Asismismo, el president ha afirmado, tras la reunión con los consellers de Hacienda, Vicent Soler, y de Sanidad, Carmen Montón en la rueda de prensa ofrecida en el Palau de la Generalitat, que «aumentar la presión fiscal, como tal, no es la voluntad del Gobierno, redistribuir la presión fiscal, sí».

Sobre los Presupuestos Generales de la Generalitat para el próximo año, Vicent Soler ha criticado que todavía no disponen de referencias para su elaboración, ya que el Gobierno central no ha hecho públicos todavía las regalas de gasto, el techo de déficit ni los marcos referenciales para la elaboración de estas cuentas.

En este sentido, ha explicado que se trabajará sobre la lógica de un cuadro macroeconómico parecido al de los presupuesto de este año, lo que obligará a incluir de nuevo los 1.300 millones de ingresos que, según ha dicho, «no tienen nada de ficticios», sino que los valencianos «tienen derecho a tenerlos». Sin ese dinero, ha advertido, «el nivel y la calidad de los servicios para nuestra gente sería mucho peor de la media y eso es inaceptable por parte de este Gobierno».

Por otra parte, el president de la Generalitat ha denunciado «la enorme desigualdad y asimetría» fiscal existente en España, donde hay autonomías, como la Comunidad de Madrid, que tiene unos beneficios fiscales que los valencianos no pueden proponer, y ha abogado por avanzar hacia «una armonización fiscal básica».

También, ha denunciado que mientras a la Comunitat se le exige y tiene que subir algunos impuestos para cuadrar sus presupuestos, otros pueden no hacerlo porque tienen «muchos más recursos, mucho más apoyo del Estado y muchas más capacidad para desarrollar su proyecto político sin las exigencias» que tienen los valencianos.

En concreto, ha señalado que en estos momentos Madrid «vive una situación que no es comparable con el resto, porque el efecto capitalidad tiene un efecto económico muy importante», lo que provoca un «dumping fiscal» y eso «no es razonable».

Respecto al cupo vasco y navarro, ha afirmado que no cuestiona el concierto fiscal de estos territorios, pues está recogido en la Constitución, pero cree que el cupo «tiene que estar ajustado en relación a la realidad económica», ser transparente y que se discuta «desde la normalidad y sin agredir a nadie».

En la misma línea, ha lamentado que el Gobierno actúe sin tener en cuenta la realidad de cada comunidad autónoma.