Descubren la decoración del siglo XVIII de la parroquia San Juan Bautista de Manises al reparar unas goteras

“Se trata de la ´parroquia madre` de Manises, que fue construida durante 17 años, entre 1734 y 1751, y es el edificio arquitectónica y decorativamente más importante de la localidad”, han indicado fuentes parroquiales, que han confirmado que el hallazgo de la decoración se produjo a raíz de los trabajos de reparación de unas goteras en el techo y unos desprendimientos como consecuencia de las filtraciones.

“Todo ello obligó a acometer una rehabilitación de urgencia, a raíz de la cual la parroquia presentó a la Consellería de Cultura el proyecto para la restauración integral la iglesia”, han precisado las mismas fuentes. De llevarse a cabo todo este proyecto, “su elevado presupuesto exigiría, necesariamente, realizarlo en varias fases”.

La parroquia San Juan Bautista “tenía en sus inicios una decoración riquísima de sillería, muy bonita, pero con el paso del tiempo se fue perdiendo y sólo permaneció en lugares muy recónditos a los que no se podía acceder hasta ahora”, han indicado.

Sin embargo, “al llevar a cabo la limpieza exterior, se ha encontrado la decoración y el color original de la misma, lo que ha permitido continuar la recuperación utilizando esos mismos diseños y colores.

Los trabajos de restauración, en su primera fase, se centran ahora mismo en la fachada principal y el lateral derecho del edificio, que confían puedan estar concluidas en un mes. Dados los descubrimientos citados y las nuevas tareas que se han tenido que acometer, el presupuesto inicial de 124.000 euros se ha más que duplicado , los cuales están siendo aportados enteramente por la feligresía, a través de una campaña de captación de fondos, que todavía continua según las mismas fuentes.

“Estamos ahora a la espera de posibles subvenciones y ayudas de diversas entidades públicas y privadas, para cerrar el pago de las acciones en curso y poder acometer nuevas fases del proyecto hasta poder completar la restauración integral diseñada".

El templo tiene la peculiaridad, además, de “una cúpula única en el mundo, por las singularísimas tejas de reflejo dorado” que fueron empleadas en su construcción, al estilo de las que encargaban los papas Borja a Manises también para las estancias vaticanas en el siglo XV.

Para reponerlas, se están empleando tejas de reflejo dorado fabricadas hoy a la usanza original de aquellas del siglo XV en un taller artesanal en Manises por el artista Arturo Mora. Una vez acabada y pintada la teja se le da una última capa que es una reducción de metales y se consigue el sorprendente efecto dorado.

Además, la parroquia posee una “amplísima decoración interior de cerámica manisera al estilo de aquel siglo XVIII en que fue construida la iglesia”, aunque tuvo que ser repuesta tras los destrozos de 1936, cuando el templo fue incendiado y convertido en mercado y almacenes municipales, han indicado.