Toni Subiela - Tribuna
Cuando el mal viene de À Punt
«Los dirigentes de la nueva RTVV están siguiendo los pasos de quienes criticaron desde la oposición»
El 25 de abril los valencianos conmemoramos una fecha muy significativa para nosotros, aquel tedioso día de 1707 en el que tuvo lugar la batalla de Almansa . Un enfrentamiento cuyo resultado supuso una derrota para muchos y una conquista para otros tantos, sin olvidar que se trató de un suceso bélico, que nunca es plato de buen gusto.
Sin dejar pasar la oportunidad de dar la nota una vez más, la nueva Radio Televisió Valenciana comenzará sus emisiones en pruebas en esta fecha tan señalada . Y, aunque era un paso que supuestamente se iban a saltar, no es de extrañar este cambio de última hora, teniendo en cuenta que desde el inicio de esta trifurca nos han obsequiado con toda una serie de catastróficas desdichas, que para nada han pasado desapercibidas.
La falta de transparencia y la polémica hicieron su entrada triunfal con la elección de la directora de RTVV, doña Empar Marco, recién llegada de las filas de TV3. La nueva RTVV manifestó su rechazo a un Canal 9 al servicio de la política y alejado de los intereses de la ciudadanía, y, sin embargo, están siguiendo los pasos de quienes criticaron desde la oposición.
À Punt se fundamenta en los modales de Rafa Xambó y la incompatibilidad ética de Vicente Vergara . Y así, desde sus inicios, los currículums pesaban según el grado de apego, quedando incluso importantes puestos desiertos hasta nueva orden.
Y si la parte teórica no funcionaba, la práctica menos. En fallas, esa fecha en la que el canal de los valencianos iba a resurgir como el Ave Fénix, libre de impurezas y con otras alas, falló la parte técnica paralizando las obras de la nueva radio durante más de 20 días, un desastre de gestión, como todo lo que hacen. Y a todo esto hay que sumarle los tejemanejes en la parrilla, otra batalla que luchar contra este medio que presume de transparencia y censura alguna de nuestras fiestas.
Es todo un despropósito, un organismo falto de ética en su gestión, nulo en transparencia y nada plural. Los valencianos necesitan un medio que les identifique, que no excluya a nadie y que cumpla el servicio que se le ha encomendado. Esperemos no tener que marcar una vez más en el calendario el 25 de abril como una fecha a lamentar .
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