Compromís y su alineación con los independentistas presos

Dos gestos recientes. Dos formas de solidarizarse con los líderes independentistas encarcelados por parte de cargos de la coalición. Y una forma de actuar que pone de manifiesto, de forma más evidente durante las últimas semanas, su posicionamiento sobre la situación en Cataluña.

Dentro de Compromís siempre se han enfrentado al modo de gestionar su naturaleza . Conocida es la simpatía por el independentismo en la pata nacionalista del Bloc, pese a haber tratado de desterrar desde un primer momento la idea de los Países Catalanes (al menos en público). Un discurso que no da votos en la Comunidad Valenciana.

Esta estrategia de relativa ocultación -puesto que se ha podido ver a dirigentes en manifestaciones en favor del referéndum catalán o contra la actuación policial- resulta diferente respecto a los políticos presos. Fuentes de la coalición lo resumen del siguiente modo: « Defender que consideramos una injusticia el encarcelamiento no significa compartir la causa independentista . Lo hacemos al igual que lo hace gente del PSOE o incluso juristas».

Una afirmación con la que tratan de justificar sus últimos posicionamientos -también de la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra- sin meterse en el «charco» de acoger la causa soberanista.

Este mismo martes, el portavoz de Compromís en Las Cortes Valencianas, Fran Ferri, seguía esta misma línea. «Que se visite a los políticos catalanes presos entra dentro de la normalidad democrática y de intentar buscar una solución política a un problema político. No hay que estar haciendo cálculos electorales , es algo que forma parte de la estrategia que siempre hemos defendido», ha señalado.

Este discurso, aseguran fuentes de la coalición, no está en debate a nivel interno ni creen que les pueda mermar los apoyos de cara a las elecciones. Pero sí tienen claro que la prioridad en estos meses previos a los comicios ha de ser la de poner en valor la gestión en el Ejecutivo autonómico y «no desviar la atención».

Un intento de dirigir el tiro hacia lo que consideran prioritario -volver a gobernar- que, al parecer, entra en contradicción con la suprema necesidad de alinearse con los independentistas presos.