Campana y se acabó

A esta insólita cacicada comunista, se le unen la nueva moción laicista del ayuntamiento y las ansias por eliminar a la Virgen del edificio de Tabacalera ¿A alguien le sorprende la enésima guerra abierta contra el catolicismo en la ciudad de Valencia? ¿Qué dirán los falleros que tanto gustan en desfilar delante la Geperudeta si este acto se convierte en un evento proscrito política e institucionalmente?

Más les valdría a esta banda de mediocres y resentidos que nos desgobiernan, en asegurar la supervivencia de los negocios antiguos y locales históricos de Valencia. No han movido ni un dedo para proteger, ni para impedir los cierres de las tiendas como la armería de la calle San Vicente. Una más. El comercio de siempre se muere, pero el acalde y sus secuaces tienen la ciudad patas arriba , con muchos desatinos en el tráfico corrigiéndolos tarde y mal y muchas más obras innecesarias para que unos pocos vayan en bicicleta a hacer su compra a Mercadona. Legislando para minorías, gobernando contra la mayoría. ¡Pero todo llegará! Ya queda menos. Lo vaticiné hace tiempo desde ABC , entrar en guerra con los sentimientos y las libertades de los valencianos, iba a ser el principio del final de una época política tripartita de rencor y de odio permanente. Los valencianos sabremos finiquitar democráticamente esta era de la infamia.