De esta forma, el campo alicantino afronta el verano y la temporada más seca del año con las únicas expectativas de la continuidad de los trasvases del Tajo , donde por fortuna para los regantes levantinos los dos pantanos que abastecen el acueducto -Entrepeñas y Buendía- suman 636 hectómetros cúbicos, muy por encima del caudal mínimo que impide nuevas trasferencias, fijado en 400 hectómetros de excedentes.
En el Segura, el nivel ha descendido incluso por debajo de la misma semana del año pasado, cuando estaba en el 31,3% y se venía hablando de « la sequía del siglo » desde tiempo atrás.
El último trasvase autorizado por el Ministerio de Transición Ecológica ha sido aprobado para este mes de junio, con un volumen de 20 hectómetros cúbicos, aunque el día 19 se convocó una manifestación de protesta en Toledo contra la política de envío de caudales al Segura y, en general, por el abandono del Tajo en los últimos 50 años, según la plataforma organizadora.
El pulso entre partidarios y detractores de las transferencias se elevó hace unos meses hasta Bruselas, tras el fallo del Supremo que exigía al Gobierno definir con más precisión los caudales ecológicos para la totalidad de las masas de agua de la cuenca del Tajo.
C. Valenciana
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete