El agujero del Banco de Valencia es de al menos 562 millones

El Banco de Valencia, que todavía no ha presentado los resultados al cierre del 30 de septiembre, remitió ayer un comunicado a la CNMV, en el que explica que, según los requerimientos del Banco de España, su déficit de provisiones asciende, tras la inspección realizada, a 562 millones , aunque reconoce que «podría ser mayor». Esto se debe a que la entidad, con una morosidad del 7 % a cierre de junio, está obligada a provisionar también las potenciales pérdidas del resto de la cartera crediticia que no ha sido analizada de forma individual y que deberá ser cargada contra resultados. El Banco de Valencia, que ganó 16,7 millones de euros en la primera mitad del año, un 64 % menos, está gestionado ahora por José Manuel Oliver, Fernando Viladomat y Margarita Reyes.

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) designó a esas tres personas tras intervenir el Banco de Valencia y comprometerse a aportar 1.000 millones y crédito de 2.000 para estabilizar y garantizar la operativa normal de la entidad.

La crisis en el seno del Banco de Valencia ha generado un efecto dominó en Bankia, accionista de referencia de la entidad a través de su matriz BFA, y ha propiciado la dimisión de José Luis Olivas como vicepresidente ejecutivo. Una situación sobre la que ayer departieron Mariano Rajoy y Rodrigo Rato. El presidente del Partido Popular trasladó la incoveniencia de que el ex ministro Juan Costa ocupe la vacante, toda vez que la Generalitat Valenciana considera que Bancaja —que aportó el 37% del negocio de la entidad resultante de la fusión— debe hace valer su peso en el máximo órgano de gobierno de Bankia, conforme expresó ayer públicamente su presidente, Alberto Fabra.