La anulación de las Golden Visa frustra inversiones rusas en España iniciadas antes de la guerra

«Es muy duro, en general confían en que se trata de algo temporal, y cuando se aclare la situación podrán retomar los trámites, pero muchos no ven justo y les extraña que se paralicen cosas que se estaban tramitando antes de la guerra », explica Cayetano Sánchez Butrón , del bufete que lleva sus apellidos y asesora desde hace años a inversores de esta procedencia.

A pesar de la incertidumbre actual, España sigue representando un destino atractivo en sus preferencias para «diversificar» sus negocios fuera de Rusia. «Las inversiones que han venido haciendo hasta ahora las ven como buenas decisiones, aunque en estos momentos no puedan mover nada», detalla el abogado alicantino. Según las impresiones que le transmiten, desean «escapar al control» que ejerce su Gobierno.

Por eso, mantienen su confianza en esta zona donde ha arraigado una nutrida colonia rusa en las dos últimas décadas, en Altea y Torrevieja , así como otras poblaciones cercanas de Las Marinas y La Vega Baja alicantinas. «Sobre todo, a los inversores rusos les da seguridad la legislación española, saben que no van a sufrir expropiaciones ni nada parecido», apostilla.

Algunos simplemente vienen en busca de viviendas de lujo , incluso para traer a sus familias y afincarse de forma permanente, tras matricular a sus hijos en colegios bilingües, mientras que otros invierten un volumen mayor de fondos en negocios, centros comerciales y otros activos que tratan de revalorizar.

La Golden Visa permite residir en España entre seis meses y dos años y, según datos de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario ( AEPSI ), en 2021 se formalizaron 159 compras de viviendas por parte de inversores rusos, de las que la mitad se cerraron en la Comunidad Valenciana, sobre todo, en Altea, el destino preferido también por Putin.

Por la vía de la Golden Visa, 1.005 ciudadanos rusos han conseguido el visado desde 2013, de los cuales 938, por comprar inmuebles en España, en datos de la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores. Actualmente, hay 700 censados en Altea y 25.000 en la provincia de Alicante.