Aishawari, la primera influencer española que importó de EEUU los tutoriales de belleza y arrasa en Instagram

Isabel G. protege tanto su privacidad que prefiere no dar su apellido para evitar las búsquedas de los curiosos y tampoco expone su vida personal en Instagram , lo que le ayuda a llevar mejor la presión asfixiante de las redes y, además, la diferencia. «A todo el mundo le gusta un marujeo y me preguntan mucho por mi situación sentimental, pero ahí no cedo. Sé que eso gusta y llegaría a más gente o de manera más rápida, pero eso no forma parte de mi trabajo, nunca he mostrado la cara de mi hija», explica.

La alicantina Aishawari se abrió camino en el sector de la belleza en España cuando todavía estaba estudiando Magisterio. «Veía tutoriales de belleza en YouTube de chicas de Estados Unidos hasta que un día me pregunté que por qué no intentarlo... Realmente empecé con un blog porque siempre me ha gustado escribir y era un hobbie, me divertía... Poco después abrí el canal de YouTube y ahí ya me lo tomé de manera profesional . El canal todavía está abierto porque hay temas que nunca pasan de moda y sigue generando tráfico, pero yo estoy cien por cien centrada en Instagram», explica.

Quince años después asegura que se dedica profesionalmente a ello: «Muchas veces me preguntan que de qué trabajo, pero es que mi trabajo es este . Detrás de un reel o un post hay mucha preparación... De hecho, una agencia de representación me ayuda porque grabar, editar, ver los contenidos, gestionar los contratos... Es mucho trabajo de verdad y estaría todo el día», afirma Isa G., de 39 años.

Actualmente, firmas como Nars o Shiseido la contratan para que publicite sus productos y no le inquieta la ingente cantidad de competidoras que tiene alrededor: «Realmente no me preocupa. Es verdad que cuando empecé estaba prácticamente sola y ahora hay muchas que hacen algo parecido, pero no lo mismo. Cada persona tiene su esencia y la clave es ponerle mucho amor a lo que haces. Yo estoy especializada en belleza pero muy enfocada en mujeres y chicas a pie de calle , que quieren verse guapas sin invertir mucho tiempo ni mucho dinero», concluye Aishawari.