El 80% de los jóvenes conocen violencia de género en parejas de su entorno

La psicóloga ha destacado que la violencia es la expresión extrema del proceso del maltrato y el mayor factor de riesgo es el hecho de ser mujer, y que a lo largo de su vida, una mujer puede verse sometida a distintas formas de ejercicio de la violencia: física, sexual, emocional y hasta económica cuando el maltratador decide usar su mejor posición sobre su víctima.

Esto ocurre en diferentes ámbitos como el doméstico, el laboral, el social y con distintos niveles de visibilidad, pudiendo ser una violencia muy explícita o cuidadosamente invisible. "Existe una creencia compartida en que el maltrato se sitúa en un estrato social-económico bajo, que es un tema privado que las mujeres consienten e, incluso, provocan con su comportamiento", ha explicado la doctora.

"Por el contrario, es frecuente presentar al maltratador como alguien que no controla su conducta, a menudo bajo el consumo del alcohol y las drogas. Pero lo cierto es que afecta a cualquier clase y cultura, siendo un fenómeno muy transversal. Se trata de un problema de orden público en el cual los estereotipos de género juegan un rol donde puede incluso justificarse la violencia. Y aunque el alcohol puede actuar como un disparador, la causa real es la relación desequilibrada de poder entre maltratador y víctima", explica la doctora Sangonzalo.

Según la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, durante 2017 se han producido más de 83.000 denuncias por casos de este tipo de delitos y 50 mujeres han sido asesinadas a manos de su pareja o expareja. Además, un total de 7.240 mujeres denunciaron abusos contra la libertad sexual.

Por su parte, la psicóloga de Quirónsalud Torrevieja Nuria Javaloyes ha lamentado que, "en esta doliente realidad social, ya más del 80 por ciento de los jóvenes españoles conoce actos de violencia en parejas de su edad"

A su juicio, otro aspecto "importante" que explica "la gran cantidad de relaciones de maltrato que se observan en nuestra sociedad es la falta de formación, tanto de jóvenes como de adultos, en los valores básicos para poder vivir sanamente en pareja". "Valores basados en la inteligencia emocional, como la ayuda mutua, la empatía, el respeto, la humildad o la honradez, entre otros", ha precisado.

La especialista ha advertido de que los "valores basados en la inteligencia emocional, como la ayuda mutua, la empatía, el respeto, la humildad o la honradez, entre otros son en muchos casos sustituidos por la posesión, el control, el individualismo y el egoísmo, de forma que las relaciones de pareja se convierten en intentos de hacer que el otro sea como yo quiero que sea, lo que lleva en la mayoría de ocasiones al maltrato y la dependencia".

Por estos motivos, Javaloyes recomienda que se dote de mayor formación en valores básicos y en gestión emocional desde las escuelas para evitar futuras relaciones "malsanas".

La psicóloga ha destacado como factores desencadenantes principales la baja autoestima y el sentimiento de vergüenza, la pérdida de identidad psíquica, el sentimiento de culpa que le lleva creerse merecedora del castigo y el miedo a las represalias o la pérdida de los hijos.

Asimismo, hay aspectos que incrementan la vulnerabilidad de la mujer extranjera. La directora de la Asociación de Mujeres de Habla Rusa en España, Lidia Bogomolova , ha detallado que "las barreras lingüísticas, insuficiencia de redes de apoyo adecuadas, en algunos casos la dependencia económica y la propia cultura de sus países de origen hacen que la mujer inmigrante sufre una triple discriminación, como inmigrante, como mujer y como víctima de violencia de género".

"Hace falta estar formado y concienciado para ayudar a las mujeres a superar psicológicamente la experiencia que han vivido. Es esencial porque hay que reestructurar habilidades vitales: funciones cognitivas, funciones ejecutivas, percepción de realidad, organización familiar o búsqueda de empleo", ha incidido.

En la misma línea, ha recalcado que "a la hora de sacar fuerzas para pedir ayuda, lo principal es estar informada de las posibilidades de ayuda que hay en España". "Cuando una mujer extranjera, como es el caso de la mujer rusoparlante, sabe dónde acudir, se facilita mucho la decisión de pedir ayuda", ha concluido.