Barcelona veta el «burka» y el «niqab» en los equipamientos públicos

El texto modificará las normas de cada centro para impedir que nadie entre en las citadas instalaciones sin que se le pueda identificar claramente, circunstancia que, según precisaron fuentes municipales, "afectará también a todas aquellas personas que pretendan acceder con pasamontañas o casco de moto", cambios que pueden estar vigentes después del verano.

Así lo ha anunciado el alcalde, Jordi Hereu, a los medios tras la reunión de la comisión política de inmigración en la que los grupos han analizado un informe jurídico de los servicios municipales, que constata que el Consistorio no puede "prohibir" el uso del "burka" en la calle pero sí en los equipamientos e instalaciones que sean de su titularidad.

Hereu ha defendido la medida desde una perspectiva "absolutamente preventiva" por "seguridad" y por ser una "expresión de sentido común". Su socio de gobierno en el tripartito municipal, ICV-EUiA se ha opuesto explícitamente a la regulación, mientras que el PP -en la oposición- considera que la medida debe extenderse también a la calle y los espacios públicos.

La prohibición del veto en Barcelona se produce el mismo día que otros dos consistorios (el de Girona y el de Tarragona) votan la cuestión. En ambas ciudades los plenos concluirán a última hora de la tarde. En los próximos días otros nueve ayuntamientos catalanes se posicionarán sobre la prohibición.