Salud avala la eutanasia del pistolero de Tarragona

El vigilante de seguridad, de origen rumano y 46 años, está acusado de tentativa de homicidio, tras disparar contra tres excompañeros de trabajo y herir a dos agentes de los Mossos d'Esquadra durante su huida. Fue el grupo de élite de la Policía catalana quien lo neutralizó, después de que éste se atrincherase, con varias armas y munición, en una masía de Riudoms (Tarragona).

Por la intervención de los agentes, Sabau, que no atendió a los avisos de los negociadores, recibió varios disparos. Uno impactó en su chaleco antibalas, y otro le causó una tetraplejia irreversible. También le amputaron una pierna, y es totalmente dependiente.

Tras permanecer ingresado en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, pasó a cumplir prisión preventiva en el Hospital Penitenciario de Tarrasa, cuyos profesionales dieron el visto bueno a que el acusado acabase con su vida. Lo solicitó en dos ocasiones. La primera el 8 de junio, y volvió a hacerlo 20 días más tarde.

La defensa de los agentes heridos, del sindicato USPAC, recurrió la autorización, alegando una vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva, pero el Juzgado de Instrucción 5 de Tarragona desestimó paralizar el proceso. Ante dicha negativa, el abogado José Antonio Bitos presentó otro recurso ante la Audiencia Provincial, que se pronunciará al respecto este jueves.

Por el momento, Salud avala la petición del acusado, al considerar que cumple «con todos los requerimientos de autonomía de voluntad y con las condiciones normativas para solicitar la ayuda para morir, en el concepto de sufrimiento grave, crónica, imposibilitante y con dependencia absoluta sin posibilidad de mejora», reza el informe al que ha tenido acceso este diario.