Torra, un año después de su inhabilitación por el Supremo: «No me arrepiento de nada»

Al acto ha acudido también el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que se ha incorporado a la reunión (de apenas un cuarto de hora) minutos después de llegar Torra. La recepción ha corrido a iniciativa de Borràs, que lo comunicó a los miembros de la Mesa hace unos días. Los dos representantes del PSC en la Mesa no han acudido al acto. Fuentes socialistas han apuntado que ha sido «acto público» y no institucional propiamente dicho.

Tras el breve encuentro, Torra ha señalado que, en su opinión, «el Estado español» es «demofóbico» y mantiene «la represión» contra el independentismo. Como ejemplo de este argumento ha recordado la reciente detención, y puesta en libertad, de Carles Puigdemont en Cerdeña (Italia) y la acusación de terrorismo para varios miembros de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), a los que ha defendido.

Torra ha recordado que todavía está pendiente de otra causa judicial, también por desobediencia, y ha añadido que no renuncia a nada de lo que hizo durante su mandato: «No me arrepiento de nada». Así, ha insistido en que «la represión (del Estado español) no se para» y que, por lo tanto, el independentismo no tiene «tiempo que perder».

En esta línea, el expresidente autonómico ha enviado un mensaje a los grupos parlamentarios secesionistas: «Pido que la mayoría social independentista, que se ha trasladado al Parlament, sea capaz de plantear a la ciudadanía un plan, un horizonte concreto de cómo conseguimos la independencia».

Por su parte, Aragonès también ha tomado la palabra para valorar la inhabilitación de Torra de hace un año, que ha calificado como «injusta», una decisión del TSJC y el Supremo que enmarcó en «la represión que el Estado español ejerce sobre las instituciones, el movimiento independentista y una parte de la ciudadanía». Borràs le ha dado las gracias a Torra por su etapa como presidente de la Generalitat: «Os expreso gratitud, una gran gratitud».