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Sergi Doria - SPECTATOR IN BARCINO

Barbarie sectaria, suicidio colectivo

Tampoco se sabe todavía si Torra alias «Gandalf» y Puigdemont alias «Lisa» movían los hilos de los CDR que jugaban con bombas y se marcaban objetivos para el atentado y el sabotaje

Los especialistas resumen el comportamiento sectario en cuatro indicadores. Primero. La secta se presenta en su versión más edulcorada y se ocultan los aspectos negativos. En Cataluña, la información que alude al separatismo se blinda con la etiqueta de «cívicos y pacíficos»; se minimiza, o ... se niega de plano, el carácter violento de sus acciones. Coartar la libre circulación de personas y mercancías y violar el Espacio Schengen; bloquear la frontera con Francia; arruinar a los camioneros; clavar punzones de acero en los arcenes; talar árboles; quemar neumáticos; destrozar quitamiedos para las barricadas; sembrar de cristales rotos el pavimento; cerrar los accesos a Barcelona o sabotear vías ferroviarias son para Quim Torra alias Gandalf y su portavoza Meritxell Budó «garantizar el derecho a la protesta» y la libertad de expresión, aunque ese derecho pase por encima de las libertades individuales y erosione la economía de todo el país: 15 millones de euros cada jornada de caos.

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