El Claustro de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona pide al equipo directivo que prohíba el uso del español
Aprueba una moción que dejaría al catalán como lengua exclusiva de expresión en las comunicaciones internas
El Claustro de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (UPF) ha aprobado una moción que insta a su Consejo de Dirección que prohíba utilizar el español en sus comunicaciones obligando a la comunidad universitaria a expresarse exclusivamente en catalán. El texto, aprobado este martes mientras estudiantes independentistas ocupaban uno de los campus de la UPF para reivindicar más catalán en las aulas, incluye que «adicionalmente» se podrá utilizar también el inglés, por ser «lengua franca de la Academia».
Con 28 votos a favor, 27 en contra y 13 abstenciones de los representantes claustrales, la decisión pasa ahora a manos del Consejo de Dirección (formado por el rector y los vicerrectores, básicamente) que podrá atender la petición del Claustro, total o en parte, o no hacerle caso, según han informado a ABC fuentes de la UPF. Además, en otra declaración, el Claustro de la UPF respalda la inmersión lingüística 100% en catalán, un modelo cuya aplicación ha sido declarada ilegal por todos los tribunales de Justicia.
La moción que hace referencia al uso exclusivo del catalán cuenta con cuatro puntos y señala que el Claustro, «reconociendo el papel de la universidad en la normalización del catalán», insta a «los órganos competentes», es decir al Consejo de Dirección, a que adopten una serie de medidas. La primera: «Hacer uso exclusivo del catalán en las comunicaciones internas y publicaciones en las redes sociales institucionales de la Universidad y del conjunto del Grupo UPF»; y «adicionalmente, del inglés como lengua franca de la Academia».
La segunda medida que el rector, Oriol Amat, catedrático de Economía y ex diputado autonómico de Junts pel Sí, y su equipo deberán valorar es la que hace referencia a los «criterios de valoración de las convocatorias de subvenciones para asociaciones», que incorporarán «puntos para el uso del catalán y/o el aranés en las actividades objeto de subvención», y se tendrá en cuenta, también, «la promoción y normalización del catalán y/o el aranés en los ámbitos naturales de actuación de las asociaciones».
Igualmente, la universidad ampliará «la comunicación directa a la comunidad universitaria y, si procede, la oferta, sobre los cursos de catalán orientados a la mejora de la competencia lingüística en catalán de los estudiantes que acceden a la universidad sin la destreza suficiente a causa de las deficiencias de la vehicularidad del catalán en el sistema educativo». Y, por último, organizará «sesiones de formación en terminología en catalán en cada materia».
Según las mismas fuentes de la UPF consultadas por ABC, no hay un plazo establecido para que el Consejo de Dirección decida sobre una moción aprobada en el Claustro. Además, en la votación de esta semana, la dirección liderada por Amat votó en contra del texto aprobado, por lo que podría darse el caso de que la petición no se implantara, finalmente.
Inmersión, también fuera del aula
En la misa sesión del Claustro se ha aprobado (por 53 votos a favor, 4 en contra y 4 abstenciones) defender «la metodología» conocida como inmersión lingüística, que en Cataluña se aplica con el 100% de las clases solo en una de las dos lenguas oficiales de la región y que todos los tribunales han fallado como un sistema ilegal, al no respetar el bilingüismo oficial o conjunción lingüística, que es el sistema escogido por los legisladores autonómicos, según la Constitución y el Estatuto.
Sin embargo, pese a que el modelo pedagógico no se aplica en ningún lugar de Europa como se hace en Cataluña, el Claustro considera, en la declaración aprobada, que «la metodología» está «homologada mundialmente por la comunidad académica como una de las más eficaces para la preservación de las lenguas amenazadas por la hegemonía de las lenguas dominantes». Y ha permitido, según reza la declaración, que los alumnos escolarizados en Cataluña tengan «el conocimiento estipulado de la segunda lengua extranjera y el dominio prescrito de la lengua oficial del Estado».
Por ello, el Claustro manifiesta que el catalán requiere ser utilizado «al cien por cien por la comunidad educativa, no solo en todas las materias -excepto las lingüísticas- sino también en las actividades externas al aula y en todos los usos interpersonales entre los profesores y los alumnos» y califica de «intromisión del Poder Judicial» la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de ordenar a la Generalitat que ajuste a la legalidad el modelo escolar en materia lingüística introduciendo el 25% de las clases en español y una asignatura troncal o análoga en esta lengua.
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