El PP catalán afrontará la cita electoral de 2023 sin Badalona y solo con 66 concejales
La dirección catalana aspira a mejorar el resultado de 2019, el peor de la historia de los populares
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Iniciar sesiónEn el PP catalán ya tienen puesto el objetivo en las elecciones municipales de mayo de 2023, una cita a la que el partido acudirá con el menor número de concejales desde que la formación se refundó y dejó atrás las siglas de ... Alianza Popular, a finales de los años ochenta. La pérdida de la alcaldía de Badalona, programada para el próximo 8 de noviembre, si finalmente, como está previsto, sale adelante la moción de censura contra Xavier García Albiol, devolverá a la realidad al partido que lidera en Cataluña Alejandro Fernández.
La noche del 26 de mayo de 2019 fue una de las más amargas en la sede del PP catalán. El resultado electoral de aquel día reportó que los populares pasaban de los 215 concejales -obtenidos en 2015- a los 66 ediles sumados en los 947 municipios catalanes. El resultado de 2019 confirmó la pérdida de apoyo ciudadano que, en 2017, estuvo a punto de convertirse en tragedia para el partido conservador.
Las elecciones autonómicas de 2017 dejaron al PP con solo 4 diputados en el Parlamento de Cataluña. Entonces, como ahora en Badalona, el protagonista fue García Albiol. Cuatro años después, Fernández empeoró el resultado y desde entonces los populares cuentan solo con 3 diputados autonómicos -en realidad, solo dos tienen carné: Fernández y Lorena Roldán-.
Así, tras perder la alcaldía de Badalona -los populares se quedan solo con la vara de mando de Pontons, un pequeño pueblo de la provincia de Barcelona de poco más de 500 habitantes-, los conservadores afrontarán la próxima cita electoral municipal en toda España con apenas un puñado de cargos institucionales en Cataluña: menos de 70, entre concejales y diputados autonómicos.
Inestabilidad interna
Internamente, además o precisamente por los malos resultados obtenidos en las citas con las urnas, la formación que lidera Pablo Casado en todo el país vive uno de los momentos de mayor inestabilidad interna en Cataluña. Por un lado, Fernández no consigue atajar las críticas internas, pese a que cuenta con toda la confianza de Casado. Estas voces discordantes no piden la cabeza del que fuera candidato a la Generalitat el pasado 14 de febrero, pero sí le reclaman «mayor integración» de todas las 'familias' del PP catalán, según aseguran a ABC miembros considerados del sector crítico y apartados de la dirección.
Por otro lado, relacionado con el problema anterior y teniendo en cuenta que el PP catalán nunca ha hecho gala de estabilidad institucional interna, el partido sigue arrastrando una enorme dificultad para implantarse en toda Cataluña o, al menos, en aquellos feudos en los que históricamente el PP cosechó aceptables resultados. En mayo, los cuatro presidentes provinciales fueron reemplazados y, en septiembre, uno de ellos, Francesc Ricomà (Tarragona), dimitió por «motivos personales».
Antes, pero también este año 2021, Daniel Serrano, secretario general del PP catalán y mano derecha de Fernández, dimitió acusado de presunta agresión sexual por una compañera de partido. Fue en enero. Los populares tardaron dos meses en nombrar a Santi Rodríguez como sustituto de Serrano. A Rodríguez, con amplia experiencia en el partido y el Parlamento autonómico, lo escogió Fernández, según fuentes de la dirección catalana, pero con el visto bueno de Génova.
Con estos mimbres, el objetivo de los populares para 2023 es superar ampliamente los 66 concejales de 2019. Y para esta cita ya no se contará -salvo sorpresa- con la ayuda del «alcalde del PP», como se le elogiaba a García Albiol, hasta la fecha, en los actos del partido. Ahora solo será, en el mejor de los casos, con «el próximo alcalde de Badalona». En cualquier caso, lejos quedan los 215 concejales de 2015 y parecen de otro mundo los 473 ediles obtenidos en las elecciones de 2011. Y eso que la cifra de sillones municipales a repartir en Cataluña es de más de 9.300 (algo menos de 9.000 en 2007).
Vox y Ciudadanos
Por último, los conservadores tendrán que lidiar con dos efectos que distorsionarán cualquier predicción: la descomposición de Cs y el ascenso municipal de Vox. Los liberales consiguieron 239 concejales en 2019 pero desde entonces no hacen más que perder efectivos. La sangría naranja se dirige hacia el PSC y Vox, principalmente, pero el fichaje de Roldán y la conjunción de Fran Hervías (ex Cs) con Génova podrían permitir que el PP engordara electoralmente por su lado centrista. Vox, por su parte, solo tiene 3 concejales en Cataluña. Una cifra que nadie duda crecerá en la cita de 2023.
El examen catalán del PP dentro de un año y medio estará enmarcado de todas formas por el inicio de un ciclo electoral que afectará a toda España y en la sede de la calle Urgel de Barcelona se confía mucho en los buenos augurios demoscópicos de Casado.
Solo las elecciones autonómicas de Andalucía (diciembre de 2022) y de la Comunidad Valenciana (abril de 2023) se celebrarán antes de la cita electoral municipal en todo el país, prevista para mayo de 2023, salvo que se adelante alguno de los comicios fijados para después, como unas generales (noviembre de 2023) o las regionales de Cataluña (febrero de 2025). Si no hay novedad, la próxima vez que los catalanes acudan a las urnas será para elegir a sus representantes locales.
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