Peregrinación 'indepe' a la nueva sede de Puigdemont en Barcelona

Bajo el epígrafe «Catalunya, Brusel•les, Estrasburg», este nuevo espacio que dibuja algo así como un 'Triángulo indepe' en el corazón de Barcelona ha abierto sus puertas este lunes sin hacer demasiado ruido. Mientras algunos operarios apuraban a primera hora del mediodía los últimos detalles la reforma del local, antes una tienda de ropa de diseño, su responsable, Aleix Sarri, atendía personalmente a quienes se acercaban para curiosear. «Me parece bien, servirá para hacer fuerza», destacaba Carles, uno de los primeros en ir a la nueva oficina de su tocayo. «De Puigdemont me lo espero todo, es el único político con 'seny' que lucha por su pueblo» , aseveraba por su parte Victoria, una señora ataviada con una mascarilla del Consell de la República y un colgante plateado con la palabra «Libertad». Algunos de los primeros en dejarse caer por la nueva consulta del 'president' a pie de calle incluso se fotografiaban posando ante el gigantesco retrato de los eurodiputados Puigdemont, Comín y Ponsatí que preside la entrada como si de un fotomatón se tratara.

Sin un despacho con su nombre en la puerta, el nuevo espacio Puigdemont en el Born promete convertirse en una especie de lugar de peregrinación de los fans de l expresidente. Fuera, un gigantesco logotipo del Europarlamento señala una oficina cuya función será, oficialmente, reducir distancias entre la vida parlamentaria y el ciudadano de a pie siguiendo el modelo de las oficinas que tienen los electos en países como el Reino Unido. Según ha explicado el propio Sarri a ABC, en la oficina se organizarán actos para acercar al dirigente de Junts con sus electores. Acercarlo de forma telemática, especifica, porque por ahora es imposible que Puigdemont pise su oficina sin ser detenido antes. Para hacer esos encuentros «híbridos y digitales» la sede tiene ya en instalda una imponente pantalla de plasma y un pequeño escenario. El espacio también cuenta con un espacio de trabajo para los colaboradores del líder de Junts y una recepción con un libro de dedicatorias.

Por ahora, la nueva oficina del expresidente no tiene programada su inauguración ni una agenda de actos, pero su apertura al público ya ha provocado incomodidad entre algunos vecinos de la zona. Entre ellos, José Marcelino López , que afirmaba sentirse «horrorizado» ante la aparición del despacho puigdemontista a dos puertas de su casa. «Él se ha hecho portavoz de una sociedad muy variada en la que somos muchos los que no pensamos como él», lamentaba esta mañana. Añadía que él, empresario con dos tiendas en el centro de Barcelona, quiso alquilar ese mismo local cuando vio que estaba vacío y asegura que le pidieron casi 5.000 euros mensuales . Algo impactado, hoy tomaba fotos del espacio mientras denunciaba una oficina que, a sus ojos es más que una provocación: «La gente decente que estamos en contra de todo esto no hacemos ruido, pero esperemos que algún día el Gobierno tome acciones».