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El PDECat se distancia del «caso Palau» y recuerda que es una formación nueva y «transparente»

El fallo condena a Convergència a devolver 6,6 millones de euros por tráfico de influencias y confirma el «cobro de comisiones»

El expresidente de la Generalitat y expresidente del PDECat Artur Mas EFE

ABC.ES

La sentencia del «caso Palau» anunciada hoy en Barcelona ha obligado al PDECat -formación impulsada en 2016 por Artur Mas y Carles Puigdemont para superar los pecados de la antigua Convergencia- a posicionarse diluyendo sus vínculos con CDC , condenada a pagar 6,6 millones de euros por tráfico de influencias.

La sentencia difundida hoy confirma el «cobro de comisiones a cambio de obra pública» de CDC y apunta que los fondos llegaban a la formación nacionalista de «forma oculta, para su disfrute por el partido». Sin embargo, el PDECat se ha apresurado a compartir un comunicado en el que recuerdan que son «una formación nueva» que desde su nacimiento se comprometió con «el ejercicio de la transparencia» como uno de sus principales objetivos.

Los exconvergentes, que la semana pasada también encajaron la marcha de Artur Mas para dar aire a Junts Per Catalunya, insisten en resaltar su compromiso con el respeto de la presunción de inocencia de los condenados -entre ellos el extesorero de CDC Daniel Osàcar-.

«La resolución de la sentencia del "caso Palau" tiene que ver con Convergència Democràtica de Catalunya , una formación política que ya ha asumido todas las responsabilidades políticas de un asunto que es anterior al 2010», agrega el PDECat en su comunicado. A su vez, el abogado y excoordinador de régimen interno de Convergencia, Francesc Sánchez, ha apuntado que la extinta formación recurrirá la sentencia porque a su parecer la juez del caso «ha comprado la idea de la Fiscalía»

El fallo sobre esta macrocausa se ha conocido ocho años y medio después de que los Mossos d'Esquadra irrumpieran, el 23 de julio de 2009, en el Palau de la Música para buscar documentación. Fue un auténtico golpe a uno de los bastiones culturales de la burguesía catalana, en un caso que puso bajo la lupa la financiación de CDC.

Un mes después del registro policial del Palau, Millet y Montull -los cabecillas de la trama- confesaron haberse llevado 3,3 millones de euros del Palau, cifra que desde entonces no paró de crecer hasta los más de 30 millones de euros.

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