Los obispos catalanes cuestionan la prisión preventiva a los dirigentes independentistas

Desde la iglesia catalana también se ha querido responder con contundencia a Isabel Turull , hermana el exconsejero preso Jordi Turull, quien la semana pasada retó a los obispos del principado a «actuar» ante la situación de los políticos encarcelados. «Hace días el obispo de Tarragona visitó a Carme Forcadell en la prisión de Mas d'Enric, el de Gerona a Dolors Bassa en Puig de les Basses y el de Vic a los presos de Lledoners», han explicado a ABC fuentes del episcopado catalán.

No obstante, las citadas fuentes enmarcan las reuniones con los líderes secesionistas encarcelados dentro de la «normalidad» de las visitas pastorales a los centros penitenciarios instalados en cada diócesis. «Las visitas se produjeron en el mes de noviembre de modo que no fueron una reacción a la carta de la señora Turull », afirman desde la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), entidad que agrupa varias diócesis de Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andorra.

Este lunes, los obispos catalanes también han hecho pública una misiva en respuesta a Isabel Turull. En ella afirman tener una «profunda preocupación» por la situación de los presos en huelga de hambre. «Esta iniciativa muestra la situación excepcional en que se encuentran estos y otros dirigentes catalanes en prisión preventiva (...). En su caso cuesta entender la larga prisión preventiva», señala la carta, firmada por el vicesecretario de la CET, Norbert Miracle. Por otra parte, recuerdan que la Iglesia catalana ha apostado en varias ocasiones por una «solución justa para los políticos encarcelados, que ayude a la paz social».

«Los obispos que tienen políticos encarcelados en centros situados en sus diócesis han visitado, de forma queridamente discreta pero comprometida, quienes sufren la falta de libertad. Y lo harán nuevamente con motivo de la Navidad ya cercana, como hacen siempre. También se han entrevistado con algunos familiares para apoyarlos en estos momentos de sufrimiento», añaden los prelados catalanes antes de cerrar la carta señalando que siguen rogando por los presos y por «el futuro en paz» de Cataluña.