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Pulso entre independentistas y constitucionalistas en el corte viario de la Meridiana de Barcelona

Desde 2019, los secesionistas cortaban una de las vías neurálgicas con las consiguientes molestias vecinales

Un puñado de independentistas cortan la avenida Meridiana, a mediados del mes de julio INÉS BAUCELLS

Miquel Vera

Desde hace casi dos años cada día un pequeño grupo de manifestantes independentistas se desplaza hasta la avenida Meridiana de Barcelona y corta sus ocho carriles. ¿Su objetivo? Mantener prendida la llama de las protestas que sacudieron Cataluña tras la publicación de la sentencia del Supremo a los líderes del 1-O. Bajo el lema 'Meridiana resisteix', esta concentración ha acabado convirtiéndose en el último vestigio del denominado 'otoño caliente' de 2019. Languideciente desde hace meses, en parte por la pandemia en parte por la desmovilización general del movimiento, la cita enfrenta ahora un intento del constitucionalismo, agrupado en el colectivo Meridiana sin cortes, de poner fin a la protesta por la vía burocrática.

Aunque el corte viario congregaba en sus inicios a cientos de personas, con el tiempo empezó a perder fuelle y acabó por reunir a un grupo variable de entre 30 y 90 fieles. Esta bajada de la afluencia ha sido aprovechada por sus contrarios, grupos antiindependentistas aliados con los vecinos de una zona de querencia mayoritariamente constitucionalista, para poner fin a una concentración que durante el verano deja de ser diaria para ser trisemanal y que podría acabar por diluirse en los próximos meses, vaticinan desde Meridiana sin cortes.

Hasta ahora, para poder ocupar la avenida, los manifestantes no solo contaban con sus cuerpos, también tenían el respaldo de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), entidad encargada de solicitar cada día el permiso de manifestación que les permitía cortar la calle impunemente. En la práctica, los 'meridianos', como les gustaba llamarse a estos manifestantes, se limitaban a invadir el asfalto cuando este quedaba vaciado de vehículos. No en vano, la avenida era cortada por un dispositivo policial de la Guardia Urbana que, situado cientos de metros más abajo, desviaba el tráfico y dejaba medio kilómetro de avenida libre para una manifestación que apenas ocupaba un paso de cebra. Según se conoció el pasado mes de diciembre, un informe de la Guardia Urbana reveló que mantener el operativo policial que requería la manifestación diaria costaba entre 1.500 y 3.000 euros diarios, importe que el Ayuntamiento de Barcelona ha asumido hasta hoy.

Precisamente ha sido el permiso dado por la Policía para hacer el corte diario el gancho usado por los contrarios a la protesta para intentar doblar el pulso a los 'meridianos'. Según explicaron desde Meridiana sin cortes a ABC, su estrategia es la siguiente: pedir ellos a la Generalitat el permiso para manifestarse en este punto de la Ciudad Condal antes que los independentistas. «Podemos hacerlo con hasta 30 días de antelación, como lo hacemos antes que ellos, nuestro derecho prevalece sobre el suyo y se nos tiene que respetar», explica Manuel, responsable de esta agrupación.

Aunque inicialmente los contrarios a los cortes organizaban marchas lentas de coches, su estrategia pasa ahora por pedir manifestarse de forma «anónima y silenciosa» para evitar el corte mientras ellos se «diluyen» entre el tráfico habitual de la zona en hora punta de salida. No obstante, desde Meridiana resisteix advierten que esta vía no va a ser suficiente para acabar con su concentración y aseguran que esta solo se ha visto interrumpida en verano por las vacaciones de muchos de sus asistentes. Recuerdan que la cita nunca ha fallado y solo se detuvo durante los meses más estrictos del confinamiento provocado por la pandemia de coronavirus.

«La protesta seguirá»

Albert, miembro de Meridiana resisteix y uno de los responsables de esta concentración desde sus inicios, asegura que tras el verano las protestas seguirán en la Meridiana a pesar de los intentos para poner fin a los cortes. «La protesta seguirá estando, pero los cortes serán en la medida de lo que se autorice o no, lo que no queremos es tener conflictos con los cuerpos de seguridad cuando nosotros somos un movimiento antiviolencia . Intentaremos negociar con el departamento de Interior soluciones, pero que no se crean que los cortes han terminado, de eso nada», expone a ABC convencido de que la Generalitat les acabará dando la razón y desautorizará la vía abierta por Meridiana sin cortes.

«No se pueden decir mentiras, una marcha de coches tiene que ir con un coche de la Guardia Urbana delante, como una procesión en marcha reducida, pero convocar y no venir, no lo es, no pueden decir que los coches que circulan sean su manifestación», añade este activista que reconoce la incomodidad que causa su protesta para los vecinos. Asimismo, alerta que la protesta perdurará aunque los presos ya estén en la calle gracias a los indultos. «No vamos a aflojar», resume, pues su meta es la independencia y la vuelta de «Puigdemont y los exiliados».

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