El «espíritu Núñez de Balboa» cuaja en Barcelona

A escasos metros de quienes clamaban contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez, se reunió también un grupo autodenominado «antifascista» para increparles . Ambos colectivos quedaron separados por una veintena de agentes de los Mossos d'Esquadra . En algunos momentos la cacerolada y su contramarcha iniciaron breves escaladas verbales: los gritos de «fuera fascistas de nuestros barrios» eran contestados con cánticos como «yo soy español español». La escena recordaba, en algunos momentos, las contracciones típicas del «procés», ahora solapado con el confinamiento y el estado de alarma.

La concentración de la Ciudad Condal se había convocado como un «paseo legal» entre la Bonanova y Ganduxer, no obstante, ninguno de los manifestantes se movió en ningún momento. En algunos instantes, era difícil mantener la distancia de seguridad recomendada por las autoridades sanitarias para evitar contagios.

Pasadas las 20.30, los concentrados en la protesta contra el Gobierno invadieron la calzada, donde siguieron pidiendo la dimisión del presidente Pedro Sánchez . Algunos asistentes comentaban, entre sonrisas, su voluntad de enviar a amigos y conocidos de Madrid las imágenes de la concentración barcelonesa. «Que vean que aquí también protestamos», comentaban dos vecinos. Poco antes de las 21 horas, el número de concentrados empezó a disminuir y los Mossos se centraron en evitar la llegada de otra contramarcha convocada en la cercanía.

«Hemos venido para pedir la dimisión del Gobierno ante las negligencias y el golpe de estado encubierto en el estado de alarma, que va contra la legalidad vigente. Se intentará repetir semanalmente, se ha organizado por redes, y ha sido un éxito . Se quería demostrar que los catalanes también estamos contra el Gobierno y nos movemos«, explicó a ABC, Javier Barraycoa, presidente de Somatemps y asistente a la concentración.

Jose Antonio de la Maza, otro vecino de la zona, explicó que a diferencia de la semana pasada, cuando los Mossos evitaron las concentraciones convocadas en la Plaza Artós de Barcelona, ayer fue posible protestar. « No hemos venido a infectar a nadie , hemos venido a decir 'Basta!'», detallaba. También consideró que medidas como los «ingresos mínimos» pueden desincentivar la salida del parón económico si se vuelven permanentes. «Me molesta la doble vara de medir, se escandalizan de los escraches, cuando Iglesias, por ejemplo, los ha hecho», apuntó.