El acoso al niño y la familia de Canet por el 25% en español centra la sesión de control parlamentaria a Aragonès

Alejandro Fernández (PP), Carlos Carrizosa (Cs) e Ignacio Garriga (Vox), en sus turnos de preguntas, han interpelado a Pere Aragonès por el tema y, también, por la desprotección a la familia por parte de la administración autonómica, un desamparo que llegó al punto de que el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, y tres diputados autonómicos acudieron a la escuela de Canet para dar apoyo a los padres que protestaron porque no quieren que se aplique un 25 por ciento de las clases en español.

El primero en intervenir en el pleno ha sido el presidente del PP catalán, quien ha acusado al presidente de la Generalitat y a los líderes independentistas de practicar un «relativismo moral», que les permite coquetear con simpatizantes de movimientos violentos, y que, por lo tanto, «en nombre de la sacrosanta inmersión lingüística, todo vale», incluso promover un «cordón sanitario» al niño y la familia de Canet. Para Fernández, Aragonès no hace nada en favor de la convivencia y la democracia.

A Aragonès no le han gustado las acusaciones de Fernández y, en un tono encendido que ya ha marcado el resto de la sesión de control, ha condenado explícitamente el señalamiento al niño de Canet por primera vez desde que se produjeron las amenazas. «El Govern se posiciona claramente en contra de la discriminación dentro y fuera de las aulas. Estamos como una piña en contra de cualquier discriminación. Son unos mensajes rechazables y repugnantes». Pero ha querido quitar hierro al asunto puntualizando que «este par de tuiteros», instigadores del acoso, «nadie sabe quiénes son». Aunque sí se sabe, uno es un exprofesor de la UAB y el otro es un agente de los Mossos d'Esquadra y dirigente de Junts.

Carrizosa ha elevado la temperatura del salón de plenos y ha recordado que Cs nació «para hablar» y dar voz a los ciudadanos de Cataluña que no se sienten representados por los gobiernos regionales nacionalistas. En su intervención, el líder de Cs en la comunidad ha comparado el espíritu de Ermua, tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco por ETA, con la movilización a favor del bilingüismo por parte de la sociedad catalana: «Canet es una especie de Ermua, salvando las distancias, sirve para concienciar a los catalanes de lo que ustedes están haciendo con la sociedad catalana».

El presidente de la Generalitat ha lamentado la comparación. «Comparar la ofensiva mediática a la que ustedes han contribuido, intentar utilizar a una familia, comparar esto con Ermua, donde un pueblo sufrió la violencia, el terrorismo, creo que es una comparación que usted no se debería atrever a hacer. Estas comparaciones no deberían estar permitidas de ninguna de las maneras», ha añadido Aragonès, que al finalizar ha sido aplaudido por la bancada independentista y la del PSC.

Por su parte, Garriga ha recordado la complicidad de CC.OO y UGT con la inmersión lingüística obligatoria en catalán y, sin citarlo, ha recordado que estos participarán en la manifestación del sábado a las puertas del TSJC para protestar por una sentencia que lleva consigo el ajuste legal del modelo escolar. Desde Vox se ha calificado a Aragonès y el Govern de «totalitarios» y que «representan una amenaza para los niños». «Son la peor condena para Cataluña», ha añadido Garriga, quien ha insistido en defender la devolución de competencias autonómicas al Gobierno de España y la suspensión temporal de la autonomía.

También ha preguntado al presidente de la Generalitat sobre el tema de la lengua en la escuela el presidente de ERC en el Parlamento catalán, Josep Maria Jové, pero desde una óptica bien distinta a las cuestiones planteadas por PP, Cs y Vox. Jové ha defendido que en las aulas de Cataluña no existe ningún conflicto y ha señalado que «queremos vivir plenamente en catalán». Aragonès ha indicado que «este Govern hará de la promoción de la lengua catalana uno de sus ejes legislativos», buscará complicidades con los Gobiernos autonómicos de la Comunidad Valenciana, Aragón y las Islas Baleares y ha reiterado que el próximo año se llevará a cabo el Pacto Nacional por la Lengua, con el fin de evitar la aplicación de las sentencias judiciales.

Aunque Albert Batet (Junts) y Salvador Illa (PSC) no han preguntado sobre el acoso a la familia de Canet y la lengua catalana, sí han hecho comentarios al respecto. Batet para decir que Junts no hará «un uso partidista de la lengua» y se ha limitado a decir que defenderá «los derechos lingüísticos de los catalanoparlantes» e Illa para pedir a «todos» que dejen «en paz la escuela catalana», lamentar que se ponga «el foco en un alumno, una familia y una escuela» y pedir «un punto más de serenidad, en este debate». Las palabras del líder del PSC han sido bien acogidas por Aragonès, que le ha hecho una envolvente y ha verbalizado su deseo de que los socialistas se sumen al Pacto Nacional por la Lengua porque «el marco normativo ha cambiado y por lo tanto han cambiado las decisiones que debe adoptar este Govern».