La pandemia del Covid, culpable de un «retroceso histórico» en la vacunación infantil de todo el mundo
El ISGlobal constata la reaparición de enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla o la poliomielitis por las alteraciones en programas de inmunización y recomienda acciones urgentes para revertirlo
Barcelona
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Iniciar sesiónUna de las secuelas de la llegada del Covid que se intuía y ahora se confirma. La pandemia ha provocado un «retroceso histórico« en las tasas de vacunación infantil en el mundo, hasta el punto de poner en riesgo años de logros extraordinarios. Así ... lo confirma una publicación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que lleva meses analizando el impacto del virus.
El Covid ha afectado a los programas de inmunización de todo el mundo, según recuerdan desde el centro. Sus investigadores resaltan que a raíz de la pandemia millones de niños y niñas no pudieron recibir su vacunación esencial y están ahora están más expuestos a enfermedades prevenibles debido a las interrupciones de los servicios y las cadenas de suministro, el desvío de recursos hacia la respuesta al Covid y las medidas de contención limitaron el acceso a los servicios de vacunación y su disponibilidad.
no recibieron ninguna vacuna en 2021, según datos de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó recientemente que 18 millones de niños no recibieron ninguna vacuna en 2021, lo que significa el mayor retroceso en 29 años. Además, desde el surgimiento de la pandemia 23 menores de un año no recibieron las vacuna básicas, lo que supone que la cobertura se redujo a niveles de 2009. Otros datos que recoge el estudio y que lo constatan son que, según Unicef, aproximadamente 30 millones de niños se llegaron a perder la tercera dosis de una de las vacunas más básicas, la DPT (por difteria, tétanos y tos ferina) y que 27,2 millones de recién nacidos se quedaron sin la primera dosis contra el sarampión.
La pandemia tuvo un impacto en muchos ámbitos, recuerda la publicación. Uno de los más drásticos fue cuando, durante los primeros meses de la pandemia, la OMS llegó incluso a recomendar la interrupción de las campañas de inmunización sistemática con el fin de reducir las interacciones y proteger así a personal sanitario y niños. «Esto tuvo un coste muy elevado», incide la autora del estudio, la investigadora Isabelle Munyangaju, que recuerda que además las vacunaciones suelen ser específicas para determinadas edades para conseguir así la inmunización permanente.
Pocos meses después de la expansión del Covid, los estudios empezaron a demostrar que el beneficio de reactivar la vacunación superaba al riesgo de morir por Covid, pero en ese punto ya había otros efectos de la pandemia, como las restricciones de movimiento, confinamientos o cierres de fronteras o escasez de personal tanto por la reorientación hacia el Covid o sus bajas por contagios, que afectaron a las cadenas de suministro (incluso de las propias vacunas) y al acceso a los servicios de vacunación y siguieron perjudicando la inmunización de los más pequeños.
Los ejemplos de diferentes situaciones detectadas en varios países lo corroboran. En Sudáfrica, por ejemplo, el confinamiento redujo las visitas a los ambulatorios de 11,8 a 4,5 por día y centro. Y en Pakistán cayeron más de un 50% solo la semana en la que se instauró el confinamiento.
Enfermedades reactivadas
Este retroceso se traduce en consecuencias para la salud de los menores. Ejemplo de ello es que ha reaparecido con rapidez el sarampión, que desde 2019 había ido a la baja y cuyos casos en todo el mundo aumentaron en un 79% solo en los dos primeros meses de 2022 , un incremento que en África era mucho más preocupante, ya que llega al 400%. Algo similar está ocurriendo con otras enfermedades prevenibles con vacunas, como la fiebre amarilla (que se ha vuelto a detectar en Kenia tras 25 años sin casos) o la poliomielitis, que ha vuelto a aparecer en África tras cuatro años libre de esta enfermedad.
«Antes de la pandemia la cobertura vacunal ya estaba cayendo a una velocidad alarmante, principalmente por la reticencia a la vacunación y a la escasez de recursos. Ahora, la pandemia deja una brecha trágica en materia de inmunización, especialmente en los países de ingresos medianos y bajos, y esto requiere acciones urgentes para revertirla«, resalta Munyangaju.
Por todo ello, desde el ISGlobal proponen trabajar en varios ámbitos para revertir esta situación Así, abogan, entre otros aspectos, por garantizar que los programas convencionales sufran las menores alteraciones posibles, integrar a los programas las nuevas vacunas, revisar los problemas logísticos y con las cadenas de suministros para evitar fallos de este tipo y fomentar estrategias que ayuden a disminuir la reticencia a la vacunación.
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