EL TS MARCA EL PASO A LA GENERALITAT
La inmersión lingüística, en la UCI
La inmersión lingüística de Cataluña está en la UCI tras el varapalo del Tribunal Supremo (TS). Tres contundentes fallos del alto tribunal no sólo han dinamitado el blindaje de la lengua autonómica en las escuelas sino que han devuelto al castellano su condición perdida de lengua vehicular en la enseñanza.
Pese a que tanto CiU como las tres fuerzas del tripartito han hecho oídos sordos al apercibimiento del Supremo y mantienen que «no va a cambiarse ni una coma» de la normativa escolar, lo cierto es que algo deberá modificarse si la Generalitat quiere saltarse el artículo 118 de la Constitución española que dispone que: «Es obligatorio cumplir los fallos y demás resoluciones firmes de los jueces y Tribunales».
A diferencia de anteriores pronunciamientos judiciales mucho más ambiguos, ahora el alto tribunal es explícito al reclamar para el castellano el mismo trato que al catalán. En la práctica, eso supone que el sistema educativo deberá reformarse para garantizar al alumnado el derecho a escolarizarse también en castellano. Cómo se hará es aún una incógnita. ¿Se creará una doble línea de enseñanza?, ¿se potenciará la atención individualizada? o ¿se impartirán la mitad de las clases en catalán y la otra en castellano? Convivencia Cívica e Impulso Ciudadano (IC) coinciden en que la vía a seguir es la última, la que aboga por la conjunción lingüística en lugar de la inmersión. IC advierte que los fallos del TS obligarán a que las circulares de los centros se redacten en las dos lenguas, así como las disposiciones internas o las directrices que les envíe la Generalitat.
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