El final de una época: cierra la tienda Furest de Paseo de Gracia

Desde los inicios de 2019, los rumores comenzaron a circular y se fueron haciendo cada vez más fuertes. Pero semanas atrás se confirmó la noticia de la desaparición de uno de los escaparates más históricos de la ciudad. La decisión habría sido impulsada por un combo fatal compuesto por los elevados costos del alquiler y la inquietante competencia de las marcas de origen internacional. Debido a este escenario explosivo, el negocio centenario puso en marcha el cierre de sus puertas.

Para conocer la implicancia real que alcanzó a tener la tienda que hoy se despide de Barcelona hay que remontarse a finales del siglo XIX. Puntualmente, al año 1898, cuando Estanislao Furest Roca fundó la marca de moda masculina que permanece hasta nuestros días. En ese entonces, la primera tienda estaba emplazada en el número 4 de la Plaza Real, sitio donde permaneció durante casi 20 años.

Todo un adelantado a su época, en 1917 Furest se atrevió a embarcarse en una gran aventura empresarial, al trasladar su exitoso comercio al Paseo de Gracia que, en ese entonces, lejos estaba de representar el gran eje comercial que es en la actualidad. Con la mudanza, también se amplió el abanico de productos que comercializaba la marca, abarcando no solamente camisas masculinas, sino también modelos de alta costura para la mujer.

El género de la tienda fue siempre de fabricación propia, realizada a partir de tejidos provenientes de distintas regiones de Europa. En el escaparate de Paseo de Gracia era posible encontrar también artículos de regalo y de viaje de las marcas líderes en el mundo. Todos estos fueron ingredientes que llevaron al éxito de la propuesta de la empresa, que creció con gran velocidad.

Más allá de su éxito a nivel comercial, con el paso de los años a ese primer emprendimiento de Furest le llegó la hora de un reconocimiento aun mayor. Fue así que en 1929 le fue otorgado el premio de Honor a partir del estand que presentó la marca en la Exposición Universal realizada ese año en la ciudad de Barcelona. Otro de los títulos que ostentó en ese momento la tienda de lujo fue el de proveedora oficial de la Casa Real. Casi medio siglo más tarde, durante la convulsa década de los 70, le tocó a la firma el tiempo de la expansión, con la apertura de dos nuevas tiendas en la capital catalana: una sobre la avenida Pau Casal (1973) y una tercera en la esquina de la avenida Diagonal y Rambla Cataluña.

Durante las décadas siguientes abrió más sucursales, algunas de ellas ubicadas dentro de los principales centros comerciales de Barcelona. Sin embargo, el gran salto cualitativo de la empresa llegó en el año 2006 de la mano del lanzamiento de la nueva marca Furest Casual, pensada especialmente para «jóvenes urbanos, ávidos de marcas y moda». Eran ocho en total las tiendas de la cadena hasta ahora, de las cuales las próximas estas semanas se desprende un eslabón esencial.

La desaparición de la tienda de lujo masculina no representa el primer caso de la salida de una firma de lujo del Paseo de Gracia. Son varias las marcas históricas que han dejado este enclave esencial debido a los elevados costos del alquiler. A lo largo de la última década también desaparecieron del paseo otros grandes jugadores del sector tales como Gonzalo Comella -en el año 2011-, Gratacós -allí por 2014- y Vinçon -en 2016-. La tienda de Furest resistía intacta el paso de los años hasta ahora.

Según las versiones que circulan en el entorno inmobiliario, el histórico número 12 del Paseo de Gracia sería ocupado en el año 2020 por una enorme tienda de Zara, que superaría los 1000 metros cuadrados y tendría tres planta s. La idea es que este nuevo negocio se conecte con el que la firma ya posee en el número 16 de la mítica avenida catalana.

El buque insignia utilizaría esta ubicación clave en materia comercial para vender artículos de moda masculinos, redoblando su apuesta por la Ciudad Condal.