Inspección de Trabajo obliga a Deliveroo a pagar 1,3 millones por sus falsos autónomos en Barcelona

En concreto, el acta que se ha conocido este mediodía impone a Deliveroo el pago de 1,3 millones de euros por las cuotas de alta a la Seguridad Social de sus empleados que la empresa ha esquivado abonar . Este importe corresponde al periodo comprendido entre agosto de 2015 y diciembre de 2017, plazo entre los que se calcula que la firma tenía unos 250 empleados mensuales.

El organismo administrativo dependiente de la Generalitat también insta a la compañía a dar de alta como empleados por cuenta ajena en la Seguridad Social a sus repartidores. Ahora la empresa tiene 15 días para presentar alegaciones, algo que probablemente hará, y el caso podría acabar en un contencioso administrativo.

El acta va en la línea de las que ya han dictado las Inspecciones de Trabajo tanto en Valencia como Madrid, que también ven como injustamente se ha considerado a los repartidores como autónomos cuando existía una relación laboral más estrecha. Así, el organismo catalán constata que de manera irregular la empresa les obliga a darse de alta en el régimen autónomo pero, a la vez, les pone las condiciones de trabajo como un verdadero empresario. Los empleados tienen, por ejemplo, determinadas las condiciones para prestar el servicio, los horarios y periodos de descanso o incluso los regímenes disciplinarios internos y sanciones si se rechazan comandas.

Igualmente, la Inspección descarta que las nuevas condiciones que Deliveroo puso sobre la mesa hace un año para intentar solventar las irregularidades denunciadas por los trabajadores (un cambio que introdujo la posibilidad de que los empleados fueran reconocidos como TRADE, Trabajador Autónomo Dependiente Económicamente) haya resuelto el conflicto. En este sentido, la autoridad critica que este tipo de contrato se impusiera, lo que es una clara señal de las intenciones de superioridad jerárquica de la empresa respeto a los trabajadores.

Así, se considera acreditado que es la empresa "la que organiza de forma exclusiva y en su totalidad la prestación del servicio de reparto de comida" y que "controla la efectiva prestación del servicio que prestan [los repartidores] y que constituye su actividad empresarial". Por eso, reitera, Deliveroo tiene unas responsabilidades y obligaciones laborales de las que no puede rehuir.

El de hoy es el primer revés contra la política laboral de Deliveroo en Barcelona, aunque no el único que está abierto. Recientemente, hace un mes se celebró el primer juicio en la capital catalana por esta causa, del que no ha salido la sentencia, y además se tienen fechados para este año otros 16 juicios en la misma línea.

Aunque no existe una vinculación directa entre el posicionamiento de la Inspección del Trabajo y las causas judiciales, los abogados sí que ven una línea paralela entre ambas cuestiones, por lo que las defensas esperan cerrar los casos pendientes con un desenlace que saque a la luz el abuso de los "falsos autónomos" por parte de determinadas empresa de economía colaborativa como Deliveroo.

Desde el Col·lectiu Ronda, el abogado Natxo Parra (que ha ayudado en la presentación de la denuncia) se ha mostrado satisfecho por el paso de hoy, ya que "recoge y avala punto por punto" el contenido de la denuncia interpuesta en los juzgados por el mismo motivo. "Resulta evidente que la relación de este colectivo de trabajadores con Deliveroo responde a un modelo estrictamente laboral", sentencia.