La industria innovadora propone al Congreso un decálogo para la reactivación económica

El manifiesto reclama al Gobierno que en la planificación y orientación de la economía española ocupe un lugar central una decidida apuesta industrial, la generación de investigación y desarrollo (I+D) útil para la sociedad y el impulso al emprendimiento innovador. El manifiesto incluye un decálogo de actuación y propone la creación de cuatro nuevos organismos : el Instituto Nacional para el Nuevo Modelo Europeo; el Consejo Nacional para la Innovación y la I+D; la Agencia para la Transformación Industrial y la Transición Ecológica de la Industria y las Iniciativas Locales de Competitividad y Experimentación Abierta. Pero los impulsores del manifiesto también abogan por cambiar aspectos regulatorios importantes, como la ley general de subvenciones o la de contratos públicos, “que son auténticos obstáculos para la innovación”.

El FEI e IND+I está integrado por significativos representantes de la innovación en España, tanto industriales como académicos e institucionales, impulsados entre otros por Carlos Ruiz, secretario federal de Industria del PSOE y alcalde de Viladecans, Jordi García Brustenga, director de operaciones de la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) y Paco Marín, que fue director del Centro para el Desarrollo Tecnológico (CDTI) y actualmente preside Futureplus Capital, actividad que compagina con la vicepresidencia de la comisión de I+D+I de CEOE. Los tres protagonizaron este martes un webinar para presentar el manifiesto entregado al Congreso.

Después de constatar que atravesamos un cambio estructural de modelo productivo que necesita una transformación industrial, los firmantes del manifiesto abogan por una apuesta por la especialización española para que el nuevo modelo sea más resiliente en el marco de la seguridad nacional. Para lograrlo, será necesario un refuerzo e integración vertical y horizontal de las estrategias de Innovación e I+D que alcance todas las administraciones , de arriba hasta abajo, hasta llegar a los municipios, y que abarque toda la actividad privada. “Proponemos que se coordinen de una vez todas las políticas de innovación desde el paraguas de un Consejo, que es un instrumento que otros países como Finlandia o Israel ya utilizan”, defienden los promotores.

Los firmantes abogan por “otro renacimiento europeo, cultural, económico y de relato propio, no solo centrado en el 'green deal' de la sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sino como ventaja competitiva frente a otros bloques geopolíticos”. Sin discutir la globalización, “debemos trabajar la interdependencia y la adaptación de las industrias a lo que pueda venir, fomentando competir la diferenciación en vez de destacarnos en precio y con propuestas de inversión orientadas a sectores tractores, como son la movilidad (no solo automoción), la alimentación sostenible, el acceso a la vivienda de los jóvenes y un nuevo relato para la marca España, por ejemplo, basado en la biosanidad y otros sectores clave para lograr más bienestar, tanto para cuidarse uno mismo como para ser cuidado”.

Las propuestas para la reconstrucción de una economía sostenible parten también de una política fiscal que defienden anticíclica, porque “tenemos que hacer lo que se debe hacer, aunque se daba lo que se hace”. De modo que el rol del Estado , a juicio de los autores del manifiesto, debe ser de “co-creación con el sector privado para fomentar nuevos mercados y generar nuevas oportunidades de negocio que impacten en un estilo de vida más sostenible, justo y mejor para la mayoría”.

Una decidida apuesta por la capacidad industrial propia de España para responder a las exigencias de los avatares del destino, para que no nos ocurra de nuevo no tener EPIs o respiradores , pero también para que el país se reindustrialice. Más industria pero también más grande, porque el primer problema está en el tamaño. Promover un “renacimiento cultural español para crear un relato de país” y generar un plan local de transición tecnológica, ecológica y justa a partir de las antenas locales que son los ayuntamientos, como fuente y laboratorios de innovación, “porque es en las ciudades y pueblos donde primero vemos la implementación de las novedades y donde pasan las cosas y se experimenta”.