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Un velero centenario para recorrer la costa catalana

Después de un proceso de restauración, el Santa Eulàlia vuelve a la vida como barco plenamente operativo

Imagen del barco restaurado en el puerto de Barcelona

D. MORÁN

Fue una embarcación al servicio del comercio para transportar sal, cítricos, conservas y cerales a América y puerto del Mediterráneo, un motovelero entre 1928 y 1975, u n barco auxiliar para trabajos submarinos , es el método de trasporte que utilizan los Reyes Magos para llegar a Barcelona y, un siglo después de su construcción, será una suerte de museo flotante para difundir el valor del patrimonio y dar visibilidad «a los valores que tienen toda la navegación».

El pailebote Santa Eulàlia es, de hecho, una de las pocas embarcaciones centenarias que aún permanecen en funcionamiento , por lo que el Museo Martímo de Barcelona ha orquestado un completo programa de actividades y festejos para conmemorar los cien años de vida de este velero que fue construido en 1918 en Torrevieja (Alicante) y en 1997 pasó a formar parte de la colección del Museo Martítimo, que lo adquirió en una subasta pública. Desde entonces, y después de un proceso de restauración, el Santa Eulàlia volvió a la vida como barco plenamente operativo y se convirtió en «embajador del museo y de la ciudad».

«Un barco no se construye para durar 100 años. Esto hace que el centenario sea un hecho extraordinario»

«Un barco no se construye para durar 100 años. Esto hace que el centenario sea un hecho extraordinario. Son pocos los veleros del mundo que hayan alcanzado este hito», destacó ayer el director general del museo barcelonés, Roger Marcet , durante la presentación de un calendario de actividades que incluye itinerarios a bordo para ver la fachada marítima de Barcelona; un tour por la costa catalana con paradas en Palamós,Arenys de Mar, Vilanova i la Geltrú, Cambrils, Lloret de Mar, Tarragona y L’Escala, entre otras poblaciones: y un encuentro de grandes embarcaciones en el puerto de Barcelona entre el 23 y el 35 de marzo.

Será entonces cuando el Santa Eulàlia comparta protagonismo con una réplica moderna de la fragata rusa Shtandatr , el buque escuela Kruzhenstern , y el queche Ciutat de Badalona, junto a los que navegará rumbo a Francia para participar en el festival marítimo de Sète. El Santa Eulàlia, que desde su restauración ha recibido 750.000 visitas, también protagonizará exposiciones, charlas y conferencias hasta febrero de 2019.

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